04 de Agosto de 2009
Conti, no te
quedes con las monedas
Y
entonces, un día, al pibe, un militante de veintipico, de la
zona sur del gran Buenos Aires, un pibe que quería un país
mejor para todos, le dicen que la senadora quería hablar con
él. Que sabía del buen trabajo que había hecho como
militante y director de Cultura de su municipio, tan joven,
director, y que la senadora estaba buscando un jefe de
prensa y que la viera en el Senado. El pibe no podía creer
su suerte. La senadora no era una de esas políticas de
provincias feudales, una de esas que aparecían colgadas en
las listas sábanas de andá a saber qué sábanas colgadas.
No, la senadora era un referente de
lo mejor de la tradición de la defensa de las libertades
públicas, de la que peleó de verdad contra las leyes de
punto final y obediencia debida. Un honor.
El pibe
estaba, hay que decirlo, chocho. Una senadora progre. Era
raro, le pagaba en negro la senadora progre, pero el pibe no
se preocupó. Suponía que la burocracia y esas cosas.
Setecientos pesos en negro y, además, bueno, el país mejor
para todos y eso. El pibe, con un optimismo y una
voluntad que vistas de afuera, también hay que decirlo,
cansan un poco, fue al Senado.
Y cada vez más
entusiasmado y trabajando más y entonces cuando la senadora
lo llamó para hablar y le preguntó qué le parecía la
gestión, él, que nunca fue tímido ni corto, le dio todo un
panorama político a la senadora que, a todo esto, no tenía
partido, era ala progresista nomás, y votaba con el Gobierno
pero no era del Gobierno. Y el pibe le dijo, como si tuviera
que ser asesor y no lo era, pero tanto entusiasmo, estaba en
el Senado, ahí donde se puede cambiar el país, “dedicate a
los temas ninguneados, vos estás más adelante, vos sos
progre”. Y ahí nomás barruntaron la ley de despenalización
de tenencia de drogas para uso personal.
Era todavía 2004 y la senadora se cansó de dar entrevistas
con el trabajo que el pibe había escrito. Más chocho, el
pibe. Y más aún cuando se metió con un tema que le
interesaba personalmente, y era el de igualdad de derechos
de parejas gays. Ahí lo conocí. Me llamó, como llamaba a
tanta gente tan insistentemente, quería hacer algo de
lanzamiento de la ley y festivales y que Fito Páez
escribiera la canción de amor gay que el rock nacional
todavía nos debe. Y un día la senadora lo llamó y le dijo
que lo blanqueaba, que hablara con los empleados
administrativos, Pablo Iglesias y Federico López. Lo
nombraban desde el 1 de septiembre de 2004, categoría A-3,
1.810 pesos.
En
diciembre, llegan juntos los sueldos de septiembre, octubre,
noviembre. Buena plata, 5.429 pesos, qué alegría. Mira
contento su cheque que ganó trabajando para la buena
senadora en la oficina cuando entra Federico López que le
dice: “Ahora vas con Daniel (Frabotta,
otro empleado, casualmente, el mejor amigo del hijo
de la senadora progre), lo cobrás, sacás 700 pesos para vos
y lo otro se lo tenés que dar a la senadora”. El pibe no
entiende nada, piensa que es una broma, mira las caras,
comprueba que no es una broma. Pero hace lo que le piden. Lo
llama la senadora. Diálogo casi textual en su despacho.
–Sentate.
¿Cobraste? –preguntó la senadora progre.
–Sí,
recién vengo del banco.
–Bueno,
dame la plata.
–Cómo?
¿La plata que cobré te la tengo que dar?
–Sí,
dale, apurate. Separás mil pesos y te los quedás. Ése es tu
sueldo a partir de ahora. Todos los meses hacemos lo mismo:
cobrás, te quedás mil pesos y me das el resto para mí.
–¿Pero
entonces te tengo que dar los otros cuatro mil
cuatrocientos? –volvió a preguntar el pibe.
–Sí, dale, apurate –dijo y, mientras el pibe contaba las
monedas del banco, la senadora progre le dice: –No,
las monedas te las podés quedar.
La senadora guardó
el dinero, dijo “listo” y dijo “chau” con la mirada. El pibe
no entendía nada. Entonces, la senadora, para eliminar
dudas, preguntó: “¿Pasa algo?”. Y el pibe, por no putear, se
calló y se fue. No sabía dónde estaba parado, pero sí sabía
que no quería estar parado ahí.
Así de fácil había sido para la senadora
Diana Conti en diciembre de 2004 quedarse con 4.400 de los
5.400 pesos que Bruno Bimbi se había ganado en su trabajo de
tres meses. La actual
diputada K, Diana Conti, la que acaba de decir: “Lo de
Eduardo Buzzi no lo puedo creer. No puedo creer de la
defección de convicciones que hay en este país”.
La diputada K Diana Conti, que
defiende con modales guarangos al Consejo de la Magistratura
que integra, mete mano a una práctica sin lustre, sin brillo
revolucionario. Mete mano en las prácticas más berretas de
la vieja política. La diputada K Diana Conti mete
mano.
Pasó
lo mismo pocos días después cuando Bruno cobró su
proporcional del aguinaldo. De los 605 pesos, Pablo Iglesias
le dijo que debía darle 400 a la entonces senadora Diana
Conti. Bruno se enojó pero Federico López, que estaba ahí
escuchando, intervino: “No, hay un error”, dijo y entonces
Bruno pensó que bueno, que le iban a decir la verdad, que
todo era una jodita para Tinelli, que la senadora Diana
Conti era la de los derechos humanos, la progre, que cómo le
va a cobrar un diezmo por darle trabajo. Pero no, lo que
Federico dijo fue que la cuenta estaba mal hecha, que a la
senadora progresista Diana Conti le debía no mucho más de
200 pesos. Portazo de Bruno. Al día siguiente, Federico, de
amigo, le dijo a Bruno: “Si no le das la plata a la senadora
Diana Conti, te va a echar a la mierda”.
Vino fin de año y
Bruno estaba mal. En enero de 2005 la llamó por teléfono
pero la senadora Diana Conti le contestó que estaba de
vacaciones, que no era momento. En febrero y con una excusa
insostenible, Bruno Bimbi fue separado de su trabajo y
cuando fue a preguntarle a la senadora Diana Conti por qué,
la senadora Diana Conti se burló diciéndole “¡Te dejé sin
trabajo! ¡Te dejé sin trabajo!”, una niña que hizo una
travesura. Los senadores progresistas son así. O al menos,
la senadora progresista Diana Conti era así. Ahora cambió.
Ahora es diputada K.
Todo lo que dice esta nota –incluso el
diálogo– consta en los expedientes del sumario interno en la
Cámara de Senadores y en los de la Justicia. A fines de mayo
de 2005, Bimbi hizo la presentación judicial frente al juez
José Condino a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal de
Instrucción N° 29, secretaría N° 152. En tiempo récord, con
feria judicial en el medio, en agosto de 2005, el juez
sobreseyó a Diana Conti. Pese a las contradicciones de los
únicos tres testigos a los que llamó, no los careó; ni tomó
ninguna otra prueba. Por eso, Bimbi, recordemos, un denso,
consiguió que la Cámara de Apelaciones anulase el
sobreseimiento. La causa pasó al juez Canicoba Corral quien
hizo algo básico: le pidió al Senado la lista de asesores de
la senadora Diana Conti en la época en que Bruno trabajaba
allí. Aparecieron un montón de personas a las que Bruno
nunca vio en el despacho. Hasta Sebastián Corsetti, hijo de
la ahora diputada K Diana Conti, que lo más parecido a
trabajar en el Senado que tenía era que trabajaba en una
casa de computación en Vicente López. Sebastián no aparecía
por el despacho de su mamá ni para saludar a su íntimo amigo
Daniel Frabotta. Pobre, a la diputada progresista K le salió
un hijo ñoqui, ¿será hereditario? La causa está abierta.
Tiene
razón la diputada K Diana Conti. No se puede creer la
defección de convicciones en este país.
Pero, Diana, ¿sabés qué? Entendiste todo al revés: con las
monedas no te podés quedar.
Critica de la Argentina. Nota de Osvaldo
Bazán.
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NOTA RELACIONADA:
"Todos los meses
vamos a hacer lo mismo: cobrás, te quedás mil pesos y me das
el resto para mí"
Estas
palabras salieron de la boca de la diputada
ultrakirchnerista Diana Conti, que contrató a un jefe de
prensa, lo tuvo en negro unos meses y cuando lo banqueó le
pidió parte del dinero de su sueldo. El joven hizo la
denuncia y luego fue echado por la legisladora
Se
conoció una causa en contra de la diputada ultrakichnerista,
Diana Conti realizada en 2005 por un ex jefe de prensa suyo.
Al parecer, la senadora lo obligaba a entregarle parte del
sueldo. Cuando él se negó, lo echó.
Bruno
Bimbi es el hombre que la denunció frente al Juzgado
Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº29 por haberse
quedado con el dinero de su trabajo y, después, haberlo
echado sin una justificación lógica.
Conti lo
contrató como jefe de prensa en 2004 con un sueldo de 700
pesos en negro. Un tiempo más tarde, le comunicó que lo iba
a poner en blanco bajo un sueldo de 1.810 pesos.
Bimbi, a
finales de año, cobró 5.429 pesos correspondientes a los
meses de septiembre, octubre y noviembre. Cuando volvió a su
trabajo después de cobrar el dinero, fue al despacho de
Conti, y ella le explicó: "Separás mil pesos y te los quedás.
Ése es tu sueldo a partir de ahora. Todos los meses hacemos
lo mismo: cobrás, te quedas mil pesos y me das el resto para
mí". La funcionaria se quedó con los 4.400 pesos que
correspondían al sueldo de su jefe de prensa.
Cuando
el hombre cobró parte de su aguinaldo ocurrió lo mismo, pero
a diferencia de la vez anterior, él se fue con todo su
dinero, sin darle nada a la senadora. En febrero de 2005,
Conti lo echó sin una justificación lógica. Cuando fue a
preguntarle por qué lo había dejado sin trabajo, ella le
contestó con alegría: "¡Te dejé sin trabajo! ¡Te dejé sin
trabajo!".
Los
diálogos constan en los expedientes del sumario interno en
la Cámara de Senadores y en los de la Justicia.
La causa
de Conti está a cargo del juez Canicoba Corral, quien pidió
la lista de asesores que trabajaban para ella en el momento
que ocurrió esto, y entre los nombres apareció el de
Sebastián Corsetti, su hijo, que, asegura Bimbi, nunca
apareció en el despacho.
El
diálogo casi textual en su despacho:
–Sentate.
¿Cobraste? –preguntó la senadora progre.
–Sí,
recién vengo del banco.
–Bueno,
dame la plata.
–Cómo?
¿La plata que cobré te la tengo que dar?
–Sí,
dale, apurate. Separás mil pesos y te los quedás. Ése es tu
sueldo a partir de ahora. Todos los meses hacemos lo mismo:
cobrás, te quedás mil pesos y me das el resto para mí.
–¿Pero
entonces te tengo que dar los otros cuatro mil
cuatrocientos? –volvió a preguntar el pibe.
–Sí,
dale, apurate –dijo y, mientras el pibe contaba las monedas
del banco, la senadora progre le dice: –No, las monedas te
las podés quedar. Infobae.com
Ver más en
los siguientes links:
Historial de
políticos, Educación y
Argentinos (04/08/09).