5 de julio de 2004
Seguramente
muchos creerán que el futuro de la ingeniería en seguridad
ambiental, esta muy lejos, pero en realidad, a poco de tratar
los temas que vamos a ver a continuación, nos daremos cuenta,
que dicho futuro es hoy.
El medio ambiente, el ecosistema, los recursos naturales y
minerales, y los recursos humanos, deberán conjugarse, para
evitar el holocausto global, que de no ser asi, se producirá
en el curso del presente siglo, tal vez, y más que nada, en
una expresión de buenos deseos, ello sobrevenga no antes de
los próximos 99 años.
El calentamiento de la tierra, y la permeabilidad cada vez más
grande, de la capa de ozono, son indicadores ciertos de la hipótesis
que hemos planteado.
De no triunfar el hombre, en el cuidado del medio ambiente,
las zonas bajas del planeta, se inundarán, siendo necesario
socorrer y desplazar a millones de seres humanos.
La emisión de los rayos ultravioletas solares, se hará cada
vez, más perniciosa. El recalentamiento terrestre producirá
siniestros a granel, algunos desconocidos hasta ahora,
huracanes de mas de 300 kilómetros por hora, terremotos,
maremotos, tornados, mega incendios forestales, grandes
deslizamientos de tierra, el cambio climático, producción de
grandes sequias, caida de cientos de milimetros de lluvia en
lugares fértiles que serán devastados, hambruna generalizada
en el planeta.
Todo ello, sin tener en cuenta, los holocaustos humanos que
pueden producirse, mediante atentados terroristas, de tono
biológico, químico, nuclear o radiológico.
Sin lugar a dudas, la preservación del medio ambiente, el
ecosistema, y los recursos naturales, requiere de una política
de estado, en cuya agenda deberá figurar como un item
privilegiado. Será necesario, y ya hoy, es oportuno y
conveniente, la creación de una red global ambiental, que
trabaje mancomunadamente, para coordinar politicas de
administración, economia y prevención, en la cuestión
ambiental. Este tema, va a ser el preponderante en los próximos
25 años.
La decodificación del ADN, y el proyecto Genoma, han iniciado
en este principio de siglo, la última etapa en la generación
de seres humanos, tal como somos. La próxima generación será
dominada por la ingenieria genética, que producirá la
prevención de enfermedades genéticas, modificará y alterará
el estado natural del ser humano, su personalidad, su
inteligencia, sus hábitos y costumbres, y lo hará un
porcentaje significativo, cibernético, con mayores y mejores
posibilidades de supervivencia.
Los EE.UU., deben jugar un papel trascendental en el
desarrollo tecnológico de políticas que tiendan a ocuparse
cada vez más, y más cerca, de aquellos países que por la
gran brecha existente en la materia, están muy atrás de
poder gozar de los beneficios, que solo tienen aquellos que
disfrutan de la prosperidad económica, debiendo convertirse
dicho apoyo en una política de estado mundial, la preocupación
en nuestro hemisferio continental por Latinoamérica, en
primer término, y subsecuentemente, del continente africano,
Asia e India.
Por ello, para evitar e impedir la mala utilización de ese
potencial, debe estar controlado y no dejarlo al libre albedrío,
debiendo ser uno de los temas centrales de la agenda política
de hoy. Esa es una de las cuestiones fundamentales que le cabe
a la Ingeniería en Seguridad Ambiental.
La toma de conciencia global, por la lucha en pos de los
derechos y libertades civiles, las garantías constitucionales
y los derechos humanos, son cosa del pasado, aunque todavía
la lucha por su vigencia, siga presente.
El desafío del futuro, que es hoy, consiste en la generación
de una conciencia planetaria, cuyo bien más preciado, aquí y
ahora -como diría el filósofo español Ortega y Gasset-,
lo constituye la seguridad ambiental.
Por el Prof. Dr. Jorge Leonardo Frank
jlfrank@legitimadefensa.com.ar
Fuente: Diario Legitima Defensa
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