09 de Febrero de 2009
Pagó U$S 2,8 millones y cobran
$ 435 la noche
Moyano
compró un hotel VIP en Pinamar y ya adeuda impuestos
La nueva propiedad del
sindicato es el Hotel Reviens y es uno de los más lujosos del
lugar. La operación se
habría realizado en agosto de 2008. Fue estrenado este verano.
Tiene 90 habitaciones, garage cubierto, piscina con solarium,
restaurante y parque. En total suma unos 3.500 metros
cuadrados a un valor de mercado de US$ 800 por metro. Esta
temporada funcionó con una ocupación del 90% pero aún no hacen
descuentos a los afiliados del sindicato. En los ‘90 el
mismo hotel fue famoso por alojar allí al
ex presidente Carlos Menem y a
su hermano Eduardo.
Las deudas de
impuestos.
Inversión lujosa. El hotel es célebre en el balneario por ser
uno de los que ofrece servicios de lujo para sus ocupantes.
El gimnasio cuenta con aparatos de ultima generación y sus
desayunos son comparados con los brasileros. Los afiliados aún
no reciben descuentos en la tarifa.
El cadáver embalsamado de un Oryx –una
especie de ciervo africano– vigila desde lo alto de un inmenso
hogar a leña en el salón de estar del Reviens, uno de los
hoteles más exclusivos y selectos de Pinamar. A pocos metros,
un cartel con el menú del restaurante sugiere abadejo al
ajillo con espinaca a la crema y ananá grillada de postre por
$50 el cubierto. No incluye la bebida.
Todo es lujo alrededor del majestuoso
hotel de Pinamar. Sauna, hidromasaje, pileta climatizada y una
amplia vista al mar. El emprendimiento fue adquirido por
el Sindicato de Camioneros, que
controla Hugo Moyano.
La operación inmobiliaria que despierta
el asombro de cualquier empresario hotelero, gastronómico y
hasta de otros sindicalistas fue obra de la Federación
Nacional de Camioneros, cuya cúpula jerárquica responde a
Moyano. El Negro, como lo apodan sus amigos, compró en
silencio la totalidad del hotel a mediados de abril de 2008,
luego de varios meses de negociaciones con los antiguos
dueños, una familia que lo construyó en 1995 y lo atendió en
forma personal hasta el último día.
Si bien el valor de la operación
financiera no trascendió, PERFIL
pudo saber que el desembolsó se hizo en un único pago y
estaría alrededor de los tres millones de dólares. Una
valuación en la que coinciden varias inmobiliarias de la zona.
Las 90 habitaciones, el garage cubierto,
la piscina con el solarium, el restaurante y el parque del
Reviens suman unos 3.500 metros cuadrados a un valor
aproximado de U$S 800 por metro. De esta forma, sólo por el
terreno y las instalaciones, Moyano tuvo que haber
desembolsado, al menos, U$S 2.800.000. Esa suma debería ser
bastante más elevada debido a que –como en todo negocio
hotelero exitoso– también se paga por la cantidad de activos
que genera el fondo de comercio.
El hotel que ahora dirige el titular de
Camioneros sigue siendo una máquina de facturar, con una
ocupación nunca menor al 90 por ciento durante la temporada y
buena clientela en invierno, a pesar de ser uno de los más
costosos de Pinamar. En el lujoso hotel, no se aceptan
tarjetas de crédito.
El hotel de Moyano cobra 760 pesos la
noche en una habitación triple y 435 pesos por una doble.
Siempre se exige el pago por adelantado de la mitad del
importe y como si fuera poco, hasta la fecha no parece haber
muchos beneficios para el sindicato. Este cronista quiso
reservar cinco noches por un valor de $ 2.175 y el vendedor
telefónico explico, tras consultar con un supervisor, que “por
ahora no hay descuentos para el sindicato de camioneros” y
recomendó hablar con las oficinas de la Federación o con la
empresa de turismo que gerencia el hotel APU Turismo S.R.L.
La facturación del Reviens lo convierten
en uno de los mejores negocios que hicieron los Moyano en los
últimos tiempos: en una buena temporada, entre hospedaje,
gastronomía y lavandería el hotel recauda cerca de 1,5
millones de pesos en enero, 800 mil pesos en febrero y unos
250 mil pesos en marzo. Entre los tres meses suma unos $
2.550.000 millones, según confío uno de los encargados del
hotel. Así, en menos de cuatro temporadas, recuperan la
inversión. Además los empresario suelen ser pesimistas con las
cifras de recaudación, por cuestiones impositivas, por lo que
seguramente se facture muchísimo más.
El hotel se hizo conocido por ser el que
mejor y más completos servicios ofrece en Pinamar desde hace
más de una década. Todas las habitaciones están alfombradas,
tienen TV de 21 pulgadas con cable, aire acondicionado y caja
de seguridad. Muchos huéspedes repiten la anécdota: “No
terminaste de salir a caminar que ya te hicieron la cama del
cuarto y te dejaron toallas nuevas”.
Se terminó de construir para la
temporada de 1995 y siempre fue, según las agencias de
turismo, uno de los lugares preferidos por los turistas VIP
que compartieron varias veces el desayuno con famosos. “En el
hotel trabajan todo el año 30 personas pero en temporada alta
el personal se duplica para lograr la mejor atención de todo
Pinamar”, cuenta un empleado del hotel que hace años trabaja
allí y aún no notó cambios sustanciales en la nueva
administración.
Sus anteriores dueños siempre recuerdan
a dos de sus huéspedes de lujo: el ex presidente Carlos Menem
y su hermano el ex senador Eduardo Menem.
Quizá el plan de los nuevos dueños sea
expandir las instalaciones. Entre los hoteleros de la zona es
conocida la anécdota del terreno que descansa delante del
hotel, frente al mar. Un arquitecto había desarrollado un
proyecto allí y ya tenía varios compradores, pero cuando se
enteraron los Moyano, pusieron el freno: pagaron casi el
triple por el lote para que nadie construya delante del
Reviens y les tape la vista al mar, un privilegio que sólo
comparten su hotel y Terrazas al Mar, ubicada justo al lado,
aunque estrictamente sea un apart.
PERFIL se comunicó con Pablo Moyano para
consultarlo sobre la operación financiera. La respuesta fue
clara: “No damos notas al diario PERFIL”, explicó a través de
uno de sus asesores. A pesar de la compra millonaria, el Hotel
Reviens de Pinamar, cuyo dueño es Moyano, debe los servicios
de cloacas, agua y luz de todo enero por un valor de $
8.768,13.
Lucas Morando/E.D, desde
Pinamar.
Los
negocios de un gremio que crece
El Hotel Reviens S.A. es apenas una adquisición más del clan
Moyano. El gran orgullo del líder cegetista es
el histórico Sanatorio Antártida,
en el barrio porteño de Caballito. En su
afán por fortalecer su legado al mando del sindicato de
Choferes de Camiones, Hugo Moyano invirtió millones de pesos
para comprar y remodelar íntegramente el sanatorio. Se jacta,
emocionado, frente a amigos y colegas, de haber adquirido
“tecnología de último nivel” para equipar su pieza favorita de
la superestructura camionera.
En Mar del Plata, su ciudad natal,
Moyano inauguró a mediados de 2006
el Hotel 15 de Diciembre,
reconstruido íntegramente por la empresa
ACONRA, del grupo gestionado por su tercera esposa,
Liliana Zulet.
El hotel, cuyo gerente es el suegro de
Moyano, Francisco Zulet,
es exclusivo para afiliados –100 pesos la noche- y familiares
invitados–200 pesos por noche-.
Entre las últimas adquisiciones, también
se encuentra el hotel de Villa
Carlos Paz, Córdoba, inaugurado
el año pasado en un acto donde el jefe de la CGT se mostró con
el gobernador Juan Schiaretti y
el secretario de Transporte, Ricardo Jaime.
En Venado Tuerto, Santa Fe, se inauguró
en 2008 el sanatorio Abel Beroiz,
obra iniciada por el tesorero
asesinado.
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