26 de Enero de 2009
La
familia presidencial compró un hotel cinco estrellas en el
Calafate
Tiene 103
habitaciones y 4.400 metros cuadrados. Es el segundo más
importante de la ciudad, y los cuartos cuestan entre 400 y
1.200 pesos por día. Los propietarios son Romina Mercado (hija
de Alicia K), el apoderado de Lázaro Báez y Osvaldo Sanfelice,
socio de Máximo Kirchner.
El hotel
Alto Calafate, el segundo más importante de la ciudad, se sumó
a la lista de propiedades K.
La familia
presidencial sigue invirtiendo en El Calafate, la villa
turística que Cristina Fernández de Kirchner suele definir
como su “lugar en el mundo”. Los Kirchner acaban de comprar el
hotel Alto Calafate, un cuatro estrellas de 103 habitaciones y
4.400 metros cuadrados que está ubicado en el ingreso a la
ciudad, sobre la ruta provincial Nº 11, que la comunica con
Río Gallegos.
El hombre
que es sinónimo de los negocios inmobiliarios de Néstor
Kirchner, la hija menor de Alicia Kirchner y el apoderado del
empresario santacruceño paladar negro Lázaro Báez son los
nuevos dueños de Hotesur, la sociedad anónima que es dueña del
segundo hotel más importante en la ciudad que oficia de puerta
de entrada al Glaciar Perito Moreno. El flamante directorio de
la sociedad que se quedó con el Alto Calafate figura en el
Boletín Oficial de la República Argentina del 2 de enero
pasado. Fuentes del rubro inmobiliario le dijeron a Crítica de
la Argentina que la operación se concretó a fines de 2008 por
un monto estimado en nueve millones y medio de dólares. Este
diario se comunicó con el hotel para corroborar si los nuevos
dueños pagaron esa cifra, pero al cierre de esta edición no
había obtenido respuesta.
El
presidente de Hotesur es ahora Osvaldo “Bochi” Sanfelice, un
ex funcionario provincial que acompaña a Kirchner desde el
tiempo en que era gobernador de Santa Cruz. Hasta hace muy
poco, Sanfelice sólo era conocido en Buenos Aires por ser el
socio de Máximo Kirchner en Negocios Inmobiliarios, la
inmobiliaria que se encargó históricamente de administrar las
propiedades que la familia presidencial tiene en Río Gallegos
desde hace más de treinta años. Negocios Inmobiliarios pasó a
un segundo plano en 2006, cuando Néstor, Cristina y Máximo
crearon la inmobiliaria Los Sauces.
A fines de
2008, Sanfelice pasó a ocupar un lugar destacado en el mapa de
negocios de los Kirchner. Este diario reveló entonces que
fundó la sociedad anónima Talares de Posadas para realizar
obras de ingeniería civil –oleoductos, gasoductos, obras
viales, canales, diques y represas– junto a Cristóbal López,
el zar del juego patagónico que sembró de casinos y
tragamonedas el país en sincronía con la llegada de los
pingüinos al poder.
El Alto
Calafate se suma al hotel boutique lindero a la residencia de
los Kirchner que la familia presidencial inauguró en 2007
también bajo el nombre de Los Sauces. Todas las habitaciones,
distribuidas en tres plantas, cuentan con minibar, tevé,
calefacción, teléfono con voice mail y Wi-Fi. La simple cuesta
185 dólares la noche, la triple, 260 y la suite Exquisite
Design –con living privado, escritorio y cama king size–
alcanza 303 dólares. Fue construido entre 2004 y 2005 al pie
del cerro Calafate y hoy es considerado el segundo en
importancia detrás de La Posada de los Álamos, propiedad de
Angélica Girometti de Guatti. La flamante adquisición tiene
una de las más admirables vistas de la zona: desde allí pueden
contemplarse el Lago Argentino, el cerro y una parte de la
ciudad.
En este
caso, el matrimonio gobernante decidió incluir en el
emprendimiento a las hijas de la ministra de Desarrollo
Social, Alicia Kirchner. La vicepresidenta de la nueva Hotesur
es la abogada Romina de los Ángeles Mercado, hija menor de la
ministra y del ex sindicalista Armando “Bombón” Mercado, quien
actualmente opera para el kirchnerismo en Catamarca. En sus 33
años, Romina trabajó para la constructora Petersen Thiele y
Cruz, el Banco de San Juan –ambos de la familia Eskenazi– y
hoy es empleada en la sucursal de Río Gallegos del Banco de la
Nación Argentina. Su hermana mayor, Natalia, es la más
conocida de las dos porque está a cargo de la fiscalía en El
Calafate desde que se creó, en 2005. Las dos figuran en la
lista de beneficiados con las tierras que el ex intendente
Néstor Méndez otorgó, a un precio de siete pesos con 50 por
metro cuadrado, entre 2003 y 2007. La entrega de esos terrenos
motivó una denuncia judicial que presentó el año pasado el
abogado radical Álvaro de Lamadrid y que recayó en el juzgado
de Carlos Narvarte, en el que la fiscal es precisamente
Natalia Mercado.
En 2006,
Romina dejó de lado el perfil bajo y pidió la destitución del
abogado y conjuez federal Dino Zaffrani en el Consejo de la
Magistratura por “conducta impropia”. Romina lo acusaba de
haber insultado a su madre, la ministra Alicia Kirchner, el
día en que la hermana del ex presidente fue agredida en Santa
Cruz.
Quizá para
que no haya celos entre las hermanas Mercado, el cambio de
accionistas en Hotesur también le reservó un sillón en el
directorio a Patricio Pereyra Arandía, el marido de la fiscal
Natalia Mercado. Pereyra Arandía está a punto de cumplir 34
años y es famoso en la municipalidad de El Calafate porque se
dedica al servicios inmobiliarios y suele estar a cargo de los
permisos para realizar construcciones en nombre de la familia
de su esposa.
El
empresario Lázaro Báez, íntimo amigo del ex presidente, no
figura en el nuevo directorio de Hotesur, pero sí su apoderado
legal, Roberto Saldivia, que representa a Báez y a sus
constructoras, Gotti y Austral Construcciones. A fines de
noviembre pasado, Saldivia intimó por carta documento a la
esposa del ex candidato a gobernador radical Eduardo Costa,
Mariana Zuvic, para que ratifique o rectifique un informe
sobre las empresas del grupo Báez. Las fuentes consultadas por
Crítica de la Argentina coinciden en que Saldivia tiene una
trayectoria intachable en materia de derecho pero afirman que
hasta ahora no se le conocían antecedentes en el rubro
inmobiliario. Sí a su representado.
La nueva
asamblea de accionistas incluye a Alejandro Ruiz y a Adrián
Berni, un contador de 49 años que declara como actividad
principal la venta al por menor de juguetes y artículos de
cotillón.
Según consta
en el Boletín Oficial, Sanfelice, Mercado, Saldivia, Pereyra
Arandía, Ruiz y Berni asumieron como accionistas en lugar de
José Carlos Amil López, Jorge Marcos, Jorge Giovanakis, Martín
Amil, Susana Rodríguez de Marcos y María Roiz. Los nuevos
dueños fijaron domicilio especial en la calle Lavalle 975,
piso 4º, de la Ciudad de Buenos Aires, y la certificación de
la nueva sociedad fue emitida por la escribana María
Bulubasich. Lo dicen los papeles.
Diego Genoud, para
Críticadigital. |