“CRISTOBAL LÓPEZ”

UNO DE LOS "RICOS" DE "CFK"

QUE DEBERÍAMOS CONOCER

19 de Agosto de 2009

FACTURA CASI 1000 MILLONES DE DÓLARES ANUALES, CON RUBROS QUE VAN DE LOS CASINOS AL PETRÓLEO

Los secretos de Cristóbal López, amigo de Kirchner y rey del juego

Desde que el matrimonio K llegó al poder, el negocio del juego explotó. López, que arrancó en el Sur, ya controla de punta a punta del país esa mina de oro.

Desde hace seis años hay una industria que no para de crecer, sólo conoce de ganancias y empresarios florecientes: la del juego. Argentina es el mayor mercado de América Latina para el negocio de las apuestas. Aunque la economía local es más chica que la de Brasil y México, ninguno de esos dos países brindó tantas autorizaciones para que casinos, bingos y tragamonedas se desarrollaran como en la Argentina. Según los cálculos conservadores, es un negocio de $ 30.000 millones anuales. Pero algunos creen que esa cifra sólo es la oficial y que las apuestas mueven más de $ 70.000 millones anuales. 

El complejo agroexportador argentino, que exportó por casi US$ 22.000 millones en 2008, paga retenciones de entre un 20% y 35% de la cosecha. También tributan impuestos las manufacturas de origen industrial y varias actividades productivas. En el caso del juego, la recaudación que le queda al Estado Nacional no llega ni al 15% del total facturado. Y, en algunas situaciones, como son impuestos provinciales y municipales, se trata de porcentajes mucho menores para el fisco estatal, según pudo reconstruir Clarín en una investigación que comenzó hace meses y donde todavía hay respuestas oficiales que siguen sin aparecer.

Mientras Lotería Nacional, que supervisa la actividad del juego en el país, dejó de publicar datos en 2005, la administración de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue pródiga a la hora de abrirle el juego a varios allegados, entre los que se destaca Cristóbal López. El patagónico arrancó con los bingos y casinos en Chubut, en 1991, pero creció exponencialmente en los últimos seis años de gobierno kirchnerista. "No soy palo blanco (testaferro) de Kirchner", repitió López en entrevistas con Clarín. Sin embargo, admite que sus negocios crecieron al calor de los buenos contactos con Olivos, adonde concurre cada vez que pisa Buenos Aires.

López quiere desembarcar con su empresa Casino Club en la provincia de Buenos Aires, aunque en privado sólo admite su interés en entrar al hipódromo de San Isidro. Hasta ahora no lo logró. El emporio actual del juego de López se compone de 11 casinos y 14 salas de tragamonedas en el interior del país, los barcos casino de Puerto Madero y el megacomplejo de esas máquinas del Hipódromo de Palermo. Quiere más. Está por abrir un lujoso hotel casino en Rosario y está anotado en la carrera del prode "on line".

Cristóbal López ya controla una gran parte del juego en la Ciudad de Buenos Aires. Según cifras oficiales, de los $ 2.284 millones apostados en 2008, las empresas vinculadas a López mordieron algo más de $ 1.600 millones.

El empresario es propietario, junto con socios locales, de la mitad de la firma Casinos Flotantes. Allí tejió una alianza con la ibérica Cirsa, propiedad de Manuel Lao tras una operación extraña, cocinada entre conflictos sindicales y presiones políticas. Además, es socio de Federico de Achával en el Hipódromo de Palermo y proveedor de las 3.400 máquinas tragamonedas de ese complejo de juego. El empresario le admitió a Clarín que posee el 25% de los barcos. En Palermo, dice no ser "socio" sino "proveedor" de las máquinas que allí funcionan. A cambio de esa prestación, se queda con un 22% de la facturación.

Su buen diálogo con la administración Kirchner permitió que el ex presidente le extendiera, antes de dejar la Casa Rosada, el permiso de explotación del Hipódromo. El mismo vencía en 2013 y fue prorrogado hasta 2032. Sólo en ese lugar, donde cada vez hay más tragamonedas, se juegan alrededor de $ 1.000 millones anuales. En los barcos, hay apuestas por otros $ 600 millones.

Casino Club es la empresa de juegos más importante del país, aunque López dedica sus esfuerzos de relaciones públicas a desmentirlo. "Codere es más importante", declara. La española, que maneja bingos en el Gran Buenos Aires, declaró ventas de 352 millones de euros en 2008 (a cambio de hoy, serían $ 1.936 millones).

Según otros actores del sector, Codere vendría en un segundo lugar del ranking, después de López. En 2008, ganó 110 millones de euros netos o antes de impuestos (más de $ 550 millones) en sus 14 bingos.

Otro jugador clave es Trilenium, de la familia Tabanelli, en Tigre. Este grupo también maneja varios aspectos relacionados con la transmisión de datos on line para la quiniela de la provincia de Buenos Aires, un contrato que estaría en revisión. Tabanelli quiere asegurarse que Casino Club no se cruce en su camino.

La provincia de Buenos Aires es para López la verdadera joya de la corona, por eso el acceso al prolífico conurbano norte obsesiona a los ejecutivos de Casino Club, que ven cómo ese rincón sólo beneficia a Trilenium. Quieren instalar maquinitas tragamonedas en el hipódromo de San Isidro.

En el sur del Gran Buenos Aires, a López se le adjudica buena relación con los concesionarios del juego en Avellaneda y Florencio Varela. En Quilmes, la patria chica del jefe de Gabinete Aníbal Fernández, también hubo contactos entre los que entienden de paños verdes donde caen las cartas y dados.

Mientras tanto se ultiman detalles para lo que será el Casino de Rosario. Hay quienes dicen que ese complejo de juego, al estilo Las Vegas, facturará por lo menos como dos barcos casino juntos. Esto sería cerca de $ 1.000 millones anuales para la ciudad más importante de Santa Fe.

López también estuvo atento a Córdoba. En el interior (Río Cuarto, Mina Clavero, Carlos Paz), ya hay casinos, pero no llegan a tributar ni $ 5 millones de impuestos al año. Pero el premio mayor es la ciudad de Córdoba. Allí, el electo senador Luis Juez declaró públicamente que López lo quiso sobornar para que diera vía libre a la instalación del juego. La Docta es otra obsesión de López para seguir cantando "bingo" con sus finanzas.

Los titanes del juego no dejan de girar la rueda mágica. La griega Intralot compró la tecnológica especializada en el sector Tecno Acción en asociación con Casino Club. En aquellos lugares en los que no puede entrar, López busca ser el proveedor de maquinitas.

López está preocupado por la presión de la Iglesia y las denuncias de políticos como Elisa Carrió sobre el tema. "Tenemos una batalla perdida que es la opinión pública", admiten en privado.  Darío D'Atri, Pablo Dorfman, Martín Bidegaray

EN EL 2002 CRISTÓBAL LÓPEZ TENÍA 80 TRAGAMONEDAS EN SUS BINGOS, HOY MANEJA 5.000 MAQUINAS

El hombre más envidiado en el club de negocios patagónicos

Integra con Lázaro Báez y Rudy Ulloa un selecto grupo con llegada a Olivos.

Cristóbal López es uno de los más envidiados en el selecto club de los empresarios que conforman la pujante "burguesía nacional" que Néstor Kirchner comenzó a nombrar en sus discursos desde que arrancó su presidencia. Los otros son Lázaro Báez, considerado el rey de la obra pública, ganador de licitaciones en Santa Cruz como ningún otro; Rudy Ulloa, el ex chofer devenido en empresario de medios, de diálogo casi diario con Kirchner; Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra (Electroingeniería), amigos de Carlos Zannini que se quedaron con la eléctrica Transener, y Enrique Eskenazi, uno de los casos más paradigmáticos. Compró YPF a Repsol casi sin plata, con las ganancias de la compañía que estaba adquiriendo, un esquema de financiación poco usual en el mundo de los negocios.

Frente a las consultas de Clarín, Cristóbal López indica que su empresa, Casino Club (en la cual está asociado con Ricardo Benedicto, Héctor Cruz y Juan Castellanos), factura $ 360 millones en los casinos del interior; que es dueño del 22% de la facturación del Hipódromo de Palermo (más de $ 1.000 millones anuales) y poseedor del 25% de los barcos casino de Puerto Madero (se juegan entre $ 600 y $ 800 millones allí, según distintas fuentes). A modo de defensa, López dice que como él posee "sólo" el 30% de las acciones de Casino Club, sus ingresos alcanzan "apenas" el 6,6% de la facturación del Hipódromo y el 7,5% de lo que se juega en los barcos.

Pero sus rivales dicen otra cosa. Entre los competidores creen que a las empresas vinculadas a Casino Club le quedan $ 3.000 millones anuales de net win. Con este nombre en inglés, se designa a la rentabilidad, después de que los apostadores hayan ganado o perdido dinero. Del net win, salen los impuestos para la lotería y los municipios. Después, quedan los gastos administrativos (mantenimiento de las salas, sueldos de los empleados) y la ganancia neta. En el caso de López, su beneficio final se ubicaría entre $ 750 millones y $ 800 millones.

Fuentes del gobierno porteño calculan que, por sus operaciones en la ciudad, a López le quedan limpios $ 450 millones anuales, después de pagar impuestos y otros tributos. A eso hay que descontarle los gastos administrativos y sueldos. En cualquier caso, cerca de Mauricio Macri no dudan que López gana $ 300 millones. Ese monto no tiene en cuenta los ingresos de los casinos del interior.

Otro tema controvertido son los controles para fijar la tributación. En la provincia de Buenos Aires, expertos de la Universidad Tecnológica de La Plata regulan cada centavo que se juega, pero no dan a conocer esos datos.

En la ciudad de Buenos Aires, José Torello -jefe de asesores de Macri- le dijo a Clarín que desde noviembre de 2008 está instalado un control on line a cargo de la empresa International Game Technology (IGT). De esa forma, ellos saben cuánto se apuesta, explica. IGT es un gigante mundial que, además, fabrica máquinas tragamonedas. De hecho, fue el proveedor de las que López instaló en el casino de Rosario, cuya apertura está prevista para el mes que viene. También vendió máquinas para Palermo, el lugar que se supone debe supervisar.

Cada tragamonedas instalada en el país tiene una recaudación promedio de $ 868 diarios, según Codere, que tiene 4.485 de esas máquinas. Eso le reportaría $ 3,9 millones diarios o $ 1.420 millones anuales. López manejaría una cifra similar. En 2002, tenía 80 "tragaperras" y ahora ya tiene 5.000.

OTRAS “ACTIVIDADES A EMPRENDER”

AL JUEGO Y EL PETRÓLEO, CRISTÓBAL LÓPEZ AHORA LE SUMA LA EXPORTACIÓN DE CORDEROS

Un ultra K que apuesta a la ganadería

En medio del conflicto con las entidades que representan al campo, el dueño de Casino Club y de la petrolera Oil MyS invertirá 20 millones de dólares para crear el frigorífico más grande de la Patagonia y exportar 200 mil cabezas de ganado ovino por año.

Su alianza con Néstor Kirchner no le impide avanzar a contramano de las estrategias del ex presidente. En medio del extenuante conflicto del gobierno nacional con el ruralismo, Cristóbal López invierte en el sector agropecuario. El empresario patagónico que sembró el país de casinos y tragamonedas en sintonía con la llegada de los pingüinos al poder decidió incursionar con fuerza en la actividad ganadera.

Ahora López se propone invertir 20 millones de dólares para crear el frigorífico más grande de la Patagonia y exportar nada menos que 200 mil cabezas de ganado ovino por año. El dueño de Casino Club y la petrolera Oil MyS ya era propietario de Ganadera Santa Elena y, el mes pasado, creó Ganadera Victoria, una nueva sociedad anónima que se dedicará a la “explotación de establecimientos ganaderos propios y/o de terceros para la cría e invernada de ganado de todo tipo y especie para la cría de animales en campo o en cabaña, la comercialización de hacienda, cueros, frutos, consignación, distribución, acopio, importación, exportación, ejercicio de representaciones, instalación de depósitos y transporte de los productos y/o hacienda originados en la explotación”

En su nuevo proyecto, el empresario estará asociado con el supermercado Jumbo (propiedad de la compañía chilena Cencosud) y usará a la firma Indalo, que hasta ahora se restringía únicamente a la producción de aceites. Cerca de López anuncian que, para el lanzamiento de la nueva marca, ya contrataron al chef Francis Mallmann y a la cocinera Narda Lepes. A cargo del proyecto del frigorífico estará Horacio Cabak padre, especialista en el rubro. Junto a él, estará Osvaldo De Souza, uno de los dos hermanos en los que López delega gran parte de sus negocios.

Fuentes ligadas al empresario K dijeron a Crítica de la Argentina que la intención es engordar los corderos con alimentos balanceados en galpones protegidos del frío y exportar la carne en trozos y sin hueso. Cristóbal pretende ofrecer en el exterior un tipo de carne más tierna que la que se da habitualmente en las praderas del sur.

“Si no tenés todo el negocio, no ganas plata”. Sus asesores evaluaron que en la Patagonia el kilo de cordero ronda los 6 pesos pero en Europa se vende a 8 euros.

La exportación de 200 mil cabezas de ganado ovino no es el único proyecto que inauguró López este año. En enero pasado, el empresario de Comodoro Rivadavia creó la Cabaña El Patacón SRL, un establecimiento ganadero que tiene sede en Las Praderas, en el partido de Luján. Allí, Cristóbal se dedicará a la cría e invernada de ganado de todo tipo y especie. El control operativo de la empresa estará a cargo de sus hijos Cristóbal Nazareno y Emiliano. Entre los objetivos de El Patacón está “la cría de animales de pedigree; explotación de tambos; labores de granjas; avicultura y apicultura”. Pero el proyecto incluye además la explotación de las actividades agrícolas en general; producción de especies cerealeras, oleaginosas, graníferas, forrajeras, pasturas y compra, venta, lavado e industrialización de lana ovina.

López se dedica desde hace veintidós años a la cría de caballos criollos en La Nicolasa y La Begonia, dos de los establecimientos ganaderos que tiene en su tierra de origen, Comodoro Rivadavia. “Mi día a día es el petróleo. Ése es mi hobby”, afirma.

Cristóbal siempre buscó diferenciarse de otros empresarios kirchneristas que amanecieron a los grandes negocios con la llegada de los pingüinos al poder central.

Destacó siempre que su ascenso comenzó temprano en Chubut, durante gobiernos radicales. Ahora, pese a que el ciclo santacruceño empieza a declinar, López mantiene su alineamiento con el oficialismo pese a que también él decidió convertirse en un empresario agropecuario. La semana pasada, sin ir más lejos, regresó de sus vacaciones en Miami y visitó a Kirchner en la residencia de Olivos. “Tenemos algo en común. Ni ellos ni yo somos de rendirnos fácilmente”.

SE QUEDA CON EL PRODE “BANCADO”

LA EMBESTIDA CONTRA CLARIN

Cristóbal López, empresario K, ya sacó ventaja en el Prode Bancado

Por romper el contrato con TSC, el kirchnerismo le dio luz verde al proyecto que impulsa desde hace tres años el presidente de la AFA, Julio Grondona, para modificar el sistema de apuestas en el fútbol. Se calcula que el nuevo negocio podría redituar US$ 25 millones por año. La iniciativa estaba cajoneada en el despacho del actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el mismo que ayer admitió que se está estudiando su implementación. En Europa las apuestas en el fútbol desataron variados escándalos de corrupción. Ayer el vicepresidente Julio Cobos mostró sus reparos sobre el negocio.

El Gobierno nacional introducirá las apuestas on line a los partidos del fútbol local. El negocio, que se conoce con el nombre de Prode bancado, promete aportar una suma de 25 millones de dólares anuales a quien lo controle.

La iniciativa está en manos del actual jefe de Gabinete Aníbal Fernández desde hace tres años. El ministro la tenía “cajoneada” pero decidió reflotarla ahora como moneda de cambio para la AFA. El nuevo socio del kirchnerismo en la embestida contra el Grupo Clarín aceptó hace una semana romper el contrato con Televisión Satelital Codificada (TSC) –tenía vigencia hasta 2014– y le entregó al Estado la transmisión del fútbol.

Fernández reconoció que tanto Lotería Nacional como la AFIP están estudiando el sistema de apuestas telefónicas y vía Internet. Y aclaró que el nuevo Prode se lanzará al público “cuando estén dadas las condiciones de sacarlo, para beneficio del Estado, y con la aplicación en los lugares que corresponda. Queremos que deje de ser un interés clandestino para ser legítimo”.

Esta última explicación de Fernández alude a que, aprovechando una suerte de vacío legal de la Ley de Prode, que delega en los gobiernos locales la explotación de las apuestas, dos provincias (Formosa y Tucumán) implementaron el “bancado” de manera precaria y sin pedirle autorización ni pagarle derechos a la AFA.

El ministro Fernández detalló que fue la presidenta Cristina Fernández la que dio luz verde a la sociedad con la AFA: “Una vez que la AFA rescinde su contrato con la contraparte (TSC), vienen a hablar con el secretario Legal y Técnico (Carlos Zannini) y conmigo para comentarnos de qué se trataba, y se genera una reunión con la Presidenta”.

“Ella (por CFK) –agregó Fernández– habilita a estudiar una forma de asociarse y esto conlleva una buena comercialización del producto fútbol, si esto prosperara, nosotros pasaríamos a ser socios de la AFA y si lo somos, tenemos que ser consecuentes con sus tiempos”.

Precisó además que “los tiempos nuestros son distintos de los que tiene la AFA. Los tiempos del Gobierno, tratando de garantizar a todos los argentinos que puedan ver fútbol gratis, garantizándole a la industria del fútbol, donde hay muchísimos puestos de trabajo detrás, cuando todo esto se pueda ordenar nosotros entendemos que podemos hacer cosas en conjunto como realmente asociados”.

Preparados...El sistema de Prode bancado podría formar parte del paquete que el martes anunciará el Gobierno junto al presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona. Pero todavía restan muchas cosas por definir en la flamante sociedad. Es muy probable que la implementación requiera de una modificación a la Ley de Prode (25.295) con lo cual el nuevo sistema de apuestas debería ser sometido a votación del Congreso. De ser así, el oficialismo querrá que la iniciativa se trate antes del 10 de diciembre, fecha en que se renuevan las dos cámaras, para evitar que el futuro del bancado quede en manos de la oposición.

Después resta discutir cómo se instrumentará el sistema. Un llamado a licitación ya tiene oferentes interesados: la española Codere y la argentina Casino Club (ésta última del empresario K Cristóbal López).

Juan Pablo Peredo, director de Relaciones Institucionales de Codere, dijo a PERFIL que la firma no fue consultada, “pero si se llama a licitación, Codere se presentará porque tiene la tecnología adecuada para el negocio”. Peredo resaltó que la empresa, además de operar varios bingos en el país, tiene el Prode bancado en Brasil y España.

Cerca de Cristóbal López dijeron a PERFIL que el empresario petrolero y popietario de una parte de Casino Club (tiene 12 casinos) está interesado. “Si se llama a licitación, vamos a comprar el pliego para ver de qué se trata”, reconoció una fuente del círculo laboral de Cristóbal.

En la oposición e incluso dentro del mundo de los juegos de azar, aseguran que el kirchnerismo quiere entregarle este nuevo negocio a López, por la afinidad que tiene el ex presidente con el poderoso hombre de negocios. Las apuestas corren pero el verdadero ganador no se sabrá todavía. La primera fecha del Torneo Apertura arrancará el viernes que viene. Pero para cambiar de Prode todavía falta.

(*) Con la colaboración de Rosario Ayerdi.

ALGO PARA LOS DEMÁS DEJA

EMPRESARIOS K

La apuesta es quedarse con el juego en el GBA

El control del juego es un tema delicado para Daniel Scioli y Mauricio Macri. Hace semanas, Scioli le pidió la renuncia a Luis Peluso, el interventor de la Lotería bonaerense, quien había recibido denuncias por enriquecimiento ilícito.

El gobernador encaró un análisis sobre la renovación de licencias de bingos que están por vencer y otras que están en situación irregular. Le encomendó la tarea a Jorge Rodríguez y Néstor Cotignola. Igual, Peluso tendrá injerencia por unos meses.

A final de 2008, circuló un borrador de proyecto de ley de juego atribuido a los equipos técnicos de Scioli. No llegó a la legislatura provincial porque la propuesta implicaba una extensión de la cantidad de salas, más máquinas tragamonedas y porque la Iglesia -a través del obispo Jorge Casaretto- jugó un rol clave presionando a intendentes, diputados y senadores bonaerenses para evitar que López entrara en ese territorio.

También a fines del año pasado, Macri tuvo que dar marcha atrás con un preacuerdo alcanzado entre Lotería Nacional y el Instituto del Juego porteño, para repartir en partes iguales las ganancias que les reportan los impuestos al juego. Pese a que le significaba más dinero, convalidar ese preacuerdo hubiera implicado dar por cerrado el debate de autonomía de la Ciudad para manejar el negocio, y también hubiera sido una legitimación del polémico decreto de Kirchner que prolongó el contrato de López a cambio de una exigencia particular: el dueño del juego debe aumentar la cantidad de tragamonedas en Palermo.