16 de Junio de 2009
Apenas tomó el micrófono, el ex presidente
sacó de su bolsillo dos hojas mecanografiadas y empezó a
leer la definición de "periodismo" de la enciclopedia online
Wikipedia.
Se apoyó en
ella para señalar que la tapa de este diario del último
domingo y el Panorama Económico del viernes pasado estaban
basados en "una serie de hipótesis no apoyadas en fuentes
verificables". En una de las notas se aludía a la
posibilidad de un adelanto de las elecciones presidenciales
si el oficialismo fuese derrotado en la Provincia y en la
otra se revelaban opiniones críticas sobre el país que
funcionarios del Departamento de Estado habían compartido
con empresarios argentinos.
Fue entonces que Kirchner
acusó a Clarín de "inventar, mentir, manipular la
información y poner en riesgo la paz social y la estabilidad
institucional de la Nación".
"¿Qué es lo que enfrenta al
Grupo Clarín con el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner?", se preguntó el esposo de la Presidenta. Y dijo:
"La respuesta es sencilla: un temor pánico a la pérdida de
hegemonía monopólica en el negocio de las
telecomunicaciones. Temor que a la luz de lo que puede ver
cualquier observador externo y desinteresado no constituye
en modo alguno una amenaza real sino un brote paranoico".
El ex presidente aprovechó
también para criticar al vicepresidente
Cobos
("arma listas opositoras, pero dicen que respeta la
institucionalidad, habla con la verdad y no defrauda a
nadie", ironizó), y pegarle a su rival,
De
Narváez.
"Si quien les habla hubiera aparecido relacionado con alguna
llamada al rey de la efedrina hubiera aparecido en 300 tapas
de diario. Pero si a uno lo denuncian, estamos investigados;
si a estos chicos los denuncian, son perseguidos", se quejó.
También ayer, en un acto de campaña, De Narváez disparó lo
suyo: "Si pierden el 28, van por los bancos, los depósitos y
los medios", aseguró.
Reproducción del editorial del diario Clarín.