SCIOLI: POR VOTOS, DA EL PEOR
EJEMPLO PARA empeorAR LA SEGURIDAD
VIAL: AMNISTÍA LAS MULTAS!!!

1º de Junio de 2009

Alcanza a las multas por exceso de velocidad en el verano en cinco de las rutas que van a la Costa. Así, condonan 1.277.772 faltas. Casi la mitad excedía en 40 km/h la máxima permitida. En esas rutas hubo este año más de 200 accidentes y 13 muertes.  

Los turistas que este verano excedieron los límites de velocidad no tendrán que preocuparse: el Gobierno bonaerense anunció que condonará las multas a más de 1 millón de infractores detectados por los 45 radares instalados en los corredores viales de la Costa Atlántica. Según se explicó, la polémica decisión forma parte del plan de seguridad vial provincial que "apunta a crear conciencia entre los conductores y demuestra que el programa no tiene fines recaudatorios". 

De esta manera los 1.277.772 automovilistas que excedieron la velocidad permitida por la Ley de Tránsito no tendrán que pagar las penas de entre 250 y 4000 pesos impuestas por esa normativa. Representan a más de la mitad (55%) del total de autos, camionetas, camiones y colectivos que en la temporada 2008-2009 viajaron a los destinos turísticos de Buenos Aires. De acuerdo con los registros del gobierno, el 80% de los automovilistas superó las velocidades máximas permitidas, aunque alrededor de un 25% no fue infraccionado por hacerlo en situaciones en las que bajar la velocidad hubiera sido más peligroso. Apenas el 20% de quienes pasaron frente a los cinemómetros instalados en puntos clave de la ruta 2, 11, 6, 63 y 74 respetaron el máximo contemplado en la legislación. 

El 1 de enero pasado, después de casi 10 años, volvieron los radares a los caminos de la provincia. Se ubicaron 25 equipos fijos y 20 móviles. Los mecanismos de medición operan en forma automática. Cuando un vehículo supera la tolerancia permitida, emite una foto que registra la patente del vehículo. Con esa información los Jueces Administrativos de Tránsito o los jueces de faltas municipales deben establecer la sanción. Pero esa tarea quedó suspendida. La Conmutación de multas dispuesta por la provincia deja limpio el legajo de los infractores.

"La sociedad está todavía desprovista de información y de educación vial. Para revertir esa situación se requieren muchos años de enseñanza", dijo a Clarín el presidente de la Federación Argentina de Prevención Vial, Osvaldo Nessi. Sin embargo, la medida oficial no conforma a otros organismos dedicados a prevenir accidentes de tránsito y se especula, incluso, con la búsqueda de un fin electoralista.

Eduardo Bertotti, del Instituto de Seguridad Vial (ISEV) consideró que "estas decisiones desde el Estado generan en los conductores una sensación de impunidad".

Aunque el último verano la mayoría no respetó los límites, se registró en las principales vías de acceso a la costa un 20% menos de choques. También hubo menos muertos: 13 contra los 19 que hubo en el verano de 2008.

El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, justificó la decisión: "Logramos reducir el número de víctimas fatales. Eso es lo más importante", dijo a Clarín. Y aclaró: "Siempre sostuvimos que la implementación de los radares no buscaba recaudar fondos por pago de multas sino contar con una herramienta que contribuya mejorar la seguridad vial".

Las autoridades aseguraron que a partir de este indulto comenzará una nueva etapa en el programa vial. "Ahora las infracciones serán sancionadas", dijeron. Y aclararon que ya se pusieron en marcha tres juzgados administrativos.
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Una amnistía electoralista

 

Pudo haber sido en marzo, abril o mayo. Pero es ahora, entrando en junio. El Gobierno bonaerense anunció una amnistía para más de un millón de conductores que violaron los límites de velocidad en las rutas a la Costa durante el verano.

Como todo el mundo sabe, junio es el mes de las elecciones. Y ni siquiera es capcioso pensar que hay aquí una medida electoralista y un supuesto con mucho de voluntarismo: pensar que con eso se podrán sacar votos.

El argumento oficial tampoco es sólido: ahora resulta que el enorme escenario montado con los radares era preventivo. Y cobrar las multas no es bueno porque puede ser asociado con un afán recaudatorio. Todo para nada, nos acabamos de enterar. Los que violaron la ley no pagarán por eso. Y los que no, bien gracias. Entonces ¿para qué las penas? Y si se las aplica en el futuro, quedará claro que se trató de una excepción por los comicios y no una medida preventiva. Más claro que mirar el cuenta kilómetros. Lo mismo que haber puesto en el freezer una suba del gas que vendrá después del 28 o eximir del aumento de luz a zonas del conurbano.

Es cierto: hay sistemas que sólo persiguen recaudar. Como en esos pueblos que al atravesarlos el límite de velocidad cae a pique igual que en una emboscada. O en las colectoras, donde el techo es de 40 km y se cansaron de hacer multas fotográficas por ir a 45.

Muy distinto es el caso de los decenas de miles de automovilistas sorprendidos a más de 160. Si hay alguien que sabía que cometía una infracción eran ellos. Pero se los amnistió. Es un perdón sin límites. Por si no se conoce, este año hubo en esas rutas más de 200 accidentes y 13 muertos. Ricardo Roa (rroa@clarin.com), Editor General Adjunto de Clarín.