30 de Septiembre de 2008
CRITICO INFORME DE LAS ONG SOBRE LOS AVANCES EN LA LIMPIEZA
DEL RIACHUELO
El camino que falta recorrer
Según un informe pedido por la Corte Suprema al cuerpo que
integran organizaciones sociales y ambientales y la
Defensoría del Pueblo, la Autoridad de Cuenca no completó
las inspecciones a las empresas, entre otras obligaciones
sin cumplir.
“La obligación de inspeccionar todas las industrias de la
cuenca Matanza-Riachuelo no se ha cumplido” por parte de la
Autoridad de Cuenca (Acumar) que preside Romina Picolotti;
tampoco se habrían cumplido “la obligación de informar sobre
la calidad del aire de la cuenca” ni la de informar sobre la
calidad del agua ni la de establecer un Sistema de
Información Ambiental público: ésas son las conclusiones
suscriptas por Eduardo Mondino –defensor del Pueblo de la
Nación–, como coordinador del Cuerpo Colegiado en el que
participan el CELS, Greenpeace, el FARN y otras
organizaciones civiles. El informe, que había sido encargado
por la Corte Suprema de Justicia, solicita “la aplicación de
multa” –sanción prevista por la Corte– a la titular de la
Acumar. Decidirá al respecto el juez federal de Quilmes,
Luis Armella, a quien la Corte Suprema le encargó el
seguimiento del tema.
Según informó el 5 de septiembre la Autoridad de Cuenca –que
representa a la Nación, la provincia de Buenos Aires y la
Ciudad Autónoma, y es presidida por la secretaria de
Ambiente de la Nación–, ya fueron inspeccionados “el ciento
por ciento de los 4100 establecimientos pautados como
universo de control”. Pero, de acuerdo con la Defensoría,
ese informe de la Acumar “no es más que un listado que no
acompaña prueba de lo actuado”. “Es prácticamente una
encuesta que anota lo que informan las empresas sin
verificarlo en el terreno”, sostuvo Mondino. Además, “la
cifra de 4100 industrias es arbitraria: el Censo Económico
Nacional habla de diez mil para los partidos de la Cuenca, y
una información oficial de la Autoridad del Agua bonaerense
menciona 10.100 sólo en la provincia; además, habría que
definir una estrategia para detectar las empresas no
registradas, que son muchas”, afirmó el titular de la
Defensoría.
Las inspecciones efectivamente realizadas serían, “según la
información aportada por la propia Acumar, 844: la ciudad de
Buenos Aires inspeccionó 491 industrias y la provincia
inspeccionó 353 –manifestó Mondino–; la mayoría de estas
empresas fueron intimadas a cambiar o están en camino a ser
sancionadas en un futuro. Y en el expediente no consta que
la Secretaría de Ambiente haya aplicado ninguna sanción”.
Ante “el manifiesto incumplimiento” de las inspecciones, la
Defensoría solicita al juez el cumplimiento de la sanción
que había previsto la Corte Suprema, “es decir, una multa
diaria en la cabeza del presidente de la Acumar, con entidad
suficiente para dotarla de valor disuasivo”.
El documento de la Defensoría también cuestiona la
evaluación de la Acumar sobre la calidad del agua, ya que
“los informes no resultan claros, carecen de toda evaluación
sobre el estado del agua y se limitan a proveer planillas
con el resultado de análisis de laboratorio, sin
constancias”. En cuanto a la medición de la contaminación
atmosférica, “no hay siquiera un cronograma de cuándo se va
a cumplir este mandato de la Corte –sostuvo Mondino–. Las
autoridades de Acumar se excusan en el tiempo que requieren
las licitaciones para comprar equipos, pero podrían haber
hecho convenios con otros organismos nacionales, que ya
disponen de equipos adecuados”.
Tampoco habría cumplido la Acumar en constituir un Sistema
de Información Ambiental accesible para el público en
general en Internet, ya que “lo único que ha hecho es
contratar y poner en funcionamiento una página web y no un
sistema de información”. Más aún, según el documento de la
Defensoría, la Acumar falla como organismo de
centralización, ya que “si bien surge una intensificación de
las acciones de las autoridades, cada jurisdicción continúa
realizando sus acciones en forma separada y por momentos
descoordinadamente”; así, según Mondino, “la ciudad y la
provincia tienen distintos sistemas para las inspecciones”.
El documento “resulta de las conclusiones del Cuerpo
Colegiado integrado por la Fundación Ambiente y Recursos
Naturales (FARN), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),
la Fundación Greenpeace Argentina, la Asociación de Vecinos
de La Boca y la Asociación Ciudadana por los Derechos
Humanos”.
El 8 de julio, la Corte Suprema de la Nación había fijado
plazos para que la Acumar efectuara sucesivas actividades
para el saneamiento de la cuenca; el tribunal había
establecido que Romina Picolotti, titular del organismo, se
haría patrimonialmente responsable por multas en caso de
incumplimiento. La Corte encargó a la Defensoría del Pueblo
de la Nación constituir un cuerpo colegiado de control, con
las ONG que participaban en la causa, y encomendó al juzgado
federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, el control de
la ejecución de las tareas. El documento firmado por Mondino
fue presentado ante este juez, quien no tiene plazos
prefijados para decidir.
Juan Pablo Biondi, vocero de la Acumar, dijo ayer que el
organismo no responderá directamente al documento de la
Defensoría, ya que “el juez todavía no resolvió al respecto;
ya hemos hecho nuestra presentación ante el juez Armella, y
esperamos su resolución”.
Página/12