31 de Marzo de 2009
Se pidió
además un estudio de impacto ambiental acumulativo de la
deforestación.
“En Salta hoy no se puede
tocar un árbol”, indicó Gustavo Raúl Ferreyra, abogado de
las comunidades demandantes.
En lo que se presenta como un leading case en materia
ambiental, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó
al gobierno de Salta suspender todas las ejecuciones de
desmonte y tala de bosques nativos ya autorizadas en el
norte de la provincia. Pidió también la realización de un
estudio del impacto ambiental acumulativo de la
deforestación, que la provincia y la Secretaría de Ambiente
de la Nación deberán elaborar en 90 días.
El fallo, que lleva la firma de seis de los siete ministros,
amplía la medida cautelar dispuesta el 29 de diciembre
pasado, a pedido de comunidades indígenas y pequeños
productores criollos de los departamentos de Santa Victoria,
Orán, San Martín y Rivadavia. Entonces, la Corte había
frenado sólo los desmontes aprobados durante el último
trimestre de 2007 cuando, tras la presión de las
organizaciones ambientalistas y de casi un millón de firmas,
el Congreso estaba por sancionar la Ley de Bosques.
El 18 de febrero
pasado, en una audiencia pública, los jueces interpelaron
duramente a los funcionarios salteños y pidieron precisiones
al secretario de Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni.
Los ministros
demostraron un exhaustivo conocimiento de la problemática,
en especial el
presidente, Ricardo Lorenzetti, quien es autor del libro
Teoría general del derecho ambiental.
De inmediato, los demandantes
pidieron a la Corte que ampliara la suspensión a todos los
desmontes aún no ejecutados, lo que fue concedido en el
fallo de ayer.
La sentencia aplica por primera vez el principio
precautorio, contemplado en la
Ley General del Ambiente:
"Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la
ausencia de información o certeza científica no deberá
utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas
eficaces, en función de los costos, para impedir la
degradación del medio ambiente".
La Corte destacó que, si bien la provincia otorgó esos
permisos teniendo en cuenta el impacto ambiental de cada
desmonte, "no se ha efectuado ningún estudio relativo al
efecto acumulativo de todas las autorizaciones". Entre 1998
y 2007 se aprobó el desmonte de aproximadamente 1,2 millón
de hectáreas en toda Salta –435.400 sólo durante 2007–, lo
cual, según entendieron los jueces, tendrá un efecto
negativo sobre el ambiente.
Señalaron que muchas de las áreas donde se aprobaron
desmontes "pueden ser ahora categorizadas como de alto valor
de conservación" según la Ley de Bosques. Esto configura
"una situación clara de peligro de daño grave porque podría
cambiar sustancialmente el régimen de todo el clima en la
región, afectando no sólo a los actuales habitantes, sino a
las generaciones futuras".
Por lo tanto, y aplicando el principio precautorio, no se
podrá voltear árboles en esos cuatro departamentos hasta que
no se conozca el impacto acumulativo de la tala y el
desmonte sobre el clima, el paisaje, el ambiente en general,
y las condiciones de vida de los habitantes. Ese estudio
deberá ser realizado por
la provincia de Salta junto
con la Secretaría de Ambiente de la Nación. Clarín.com