04 de Noviembre de 2008
Debate por la inseguridad: El Juez
Zaffaroni le responde al Presidente y Néstor Kirchner.
El integrante de la Corte
Suprema responsabiliza a los políticos por decir lo que
quiere escuchar la gente y dice que los medios también
tienen su parte por informar “pésimamente”.
“Kirchner
se equivoca políticamente. Se equivoca mal”, afirmó el juez
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Raúl Eugenio
Zaffaroni. De esa manera le respondió al presidente y a
Néstor Kirchner, quien mandó a los jueces garantistas a
ponerse los pantalones largos porque liberan a delincuentes
que vuelven a cometer delitos. El magistrado cuestionó a los
medios porque “informan pésimo” y criticó a los que piden
mano dura: “Hay hipócritas que pretenden que se encierre a
todo el mundo y que los jueces se conviertan en verdugos de
los pobres y excluidos. Piden que se condene a niños para
meterlos en cárceles donde sean violados y de las que salgan
como psicópatas asesinos”, le dijo Zaffaroni a
Crítica de la Argentina.
La arremetida kirchnerista
contra los jueces garantistas sumó otro capítulo. El
jueves, en un acto del PJ en Florencio Varela, Kirchner
criticó a la Justicia y citó una frase de su esposa
Cristina, quien había dicho que “la policía detiene y la
Justicia libera y libera”. El presidente de la Corte
Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, también cuestionó a
los tribunales con “puerta giratoria”.
Zaffaroni es el primer integrante del máximo tribunal del
país en polemizar con el Presidente sobre la inseguridad.
–¿Qué opina de lo
que dijo Kirchner con respecto a los jueces?
–Kirchner es el presidente de un partido político y dijo
lo que suele decir un político, o sea que siguió el discurso
político dominante, conforme al discurso único de medios,
del que los políticos consideran que no pueden apartarse
porque pierden votos.
–¿Pero no
implica esto una intromisión en el Poder Judicial?
–No lo creo, porque no se refiere a ningún caso en
particular, pero si lo fuera, es claro que tanto Kirchner
como los otros políticos son instigados –si no prácticamente
coaccionados– a hacerlo por los medios de comunicación, que
son los primeros que se entrometen en el Poder Judicial
expandiendo un discurso demagógico y vindicativo que
proviene de las ahora agónicas administraciones republicanas
de los Estados Unidos: si hay homicidios es porque los
jueces no encierran a más gente.
–¿Kirchner se
equivoca o miente al reclamarles a los jueces?
–Se equivoca, se equivoca políticamente, pero no es el
único, y se equivoca mal, porque al margen de cualquier
juicio político a su respecto, nadie puede negar que no es
responsable de los males que hoy se pagan con un alto costo
social.
–Pero gobernó el
país durante cuatro años y ahora lo hace su esposa.
–Sí, en esos cuatro años no se causaron esos males, por el
contrario, por él o por lo que sea, no abro juicio, esos
males en alguna medida, grande o pequeña, tampoco lo juzgo,
se revirtieron. Las consecuencias sociales de una catástrofe
no se remontan con el repunte de la economía, hay daños que
cuestan una generación para repararse. Estamos pagando
costos y es significativo que quienes hace diez años
impulsaban el desastre hoy impulsen campañas a favor de la
represión y pretendan estigmatizar a los jueces.
–¿Y los políticos
no tienen responsabilidad?
–Claro que la tienen. La política tiene una enorme
función formadora en la sociedad que nunca debería
abandonar. Esa función se pierde cuando sólo se limitan a
decir lo que les parece que le gusta oír a la gente, porque
cabalga el discurso mediático vindicativo o porque con eso
creen descargarse en otros.
–¿Por qué cree que
se vuelve a pedir mano dura?
–En la década pasada casi se destruyó el país, se gestó
una exclusión social sin precedentes, se retrocedió en salud
y en educación, se descuidaron los planes sociales y se
desarmó el trabajo, el empleo, se perdieron hábitos
laborales, se llenó de armas como nunca antes el país, nos
quedamos sin dinero ni sistema financiero, se bloquearon los
ahorros de la gente y otras barbaridades más. Sólo un tonto
podría creer que eso puede ser gratuito, que no tenga un
costo social en violencia. Lamentablemente, hay tontos
incrédulos, pero lo grave es que también hay hipócritas que
ahora piden que todo el presupuesto se invierta en cárceles.
–¿Aumentaron los
homicidios?
–Es posible, pero a ciencia cierta nadie lo sabe bien porque
no tenemos investigaciones dedicadas a la prevención. Parece
que a nadie le interesa prevenir porque nadie invierte en
investigación. En un conglomerado urbano de más de diez
millones de personas siempre habrá homicidios.
–¿Hubo un
recrudecimiento de la inseguridad o es una sensación
térmica, como dijeron algunos funcionarios?
–No, hay violencia, siempre la hubo, quizá haya algo más,
pero no confundamos los niveles discursivos. Los medios
bombardean todo el día con noticias rojas, que nunca
faltarán, por desgracia, porque no hay sociedad en la que no
haya homicidios y violencia. Las noticias son ciertas, pero
no sabemos qué pasa, si aumenta, cuál violencia aumenta,
cuál baja, qué homicidios son los que aumentan o los que
bajan, si son intrafamiliares, entre desconocidos, entre
conocidos, con ocasión de robo, por qué motivos, quiénes son
las víctimas, cuáles son las condiciones de victimización,
qué momentos y circunstancias son los de mayor riesgo y
cuáles los medios. En cuanto a la sensación térmica, existe
siempre: desafío a cualquiera a que revise todos los diarios
del siglo pasado en cualquier hemeroteca y verá que
invariablemente se denuncia por lo menos una vez en la
semana el aumento de la criminalidad a lo largo de los
últimos cien años, salvo en los períodos dictatoriales. Si
eso hubiese sido cierto a lo largo de cien años, estaríamos
todos muertos. Y era cierto que había homicidios y asesinos,
incluso múltiples, como Mateo Banks y Cayetano Santos Godino.
En las dictaduras eso no se dice porque la dictadura no
puede permitir que los medios proyecten una sensación de
inseguridad, sólo pueden proyectar la seguridad del orden de
cementerio que pretenden imponer y la censura opera en ese
sentido.
–¿Cree que los
medios comunican mal?
–Mal no, en general lo hacen pésimamente. Cuando un medio
informa que “un juez condenó a prisión preventiva”, que
absolvió a un detenido “otorgándole la excarcelación” o
disparates semejantes, ¿qué está comunicando? ¡Cualquier
cosa! Si los medios pusiesen un mínimo de cuidado no
aparecerían semejantes disparates. Confunden excarcelaciones
con absoluciones, prisiones preventivas con condenas,
ridiculizan garantías que si se desconociesen nos sumirían
en un estado policial que nadie toleraría.
–¿Se habla sobre
inseguridad sin saber del tema?
–Todo el mundo habla de fútbol, pero no veo que le den la
cámara a cualquiera; allí proceden con periodistas
especializados, con técnicos y jugadores. En materia de
seguridad, de justicia penal y de delito habla cualquiera
como si fuese el mejor criminólogo del planeta.