20 de Julio de 2009
Los Kirchner vendieron su casa en $ 1,5 millón, y la declararon
por el doble
La
declaración patrimonial del matrimonio Kirchner no sólo dejó asentado un
crecimiento exponencial en el último año de 28 millones de pesos, sino que
además generó dudas y sospechas en cuentas que parecen no cerrar.
PERFIL
pudo acceder a la información que certifica que, en al menos un caso,
Néstor y
Cristina sobrevaluaron una operación inmobiliaria y declararon más dinero del
que recibieron. Según la declaración jurada, esa operación les generó a los K
un ingreso de 3.170.000 pesos; sin embargo, la casa fue escriturada por
1.585.000 pesos. Una sobrevaluación del ciento por ciento, 1,5 millón de más.
Se trata de la venta del histórico chalet de dos plantas ubicado en pleno
centro de Río Gallegos, donde los Kirchner vivieron hasta su desembarco en la
quinta de Olivos. En 2007, en medio de una crisis político-social que motivó
la renuncia del ex gobernador Carlos Sancho, la residencia Kirchner se
convirtió en la sede obligada de piquetes y protestas. Esa situación llevó al
ex presidente a tomar una decisión: vender la casa e instalarse de forma
definitiva en El Calafate.
Operación. Kirchner
compró la residencia en 2003 en 170 mil dólares y la vendió seis años después.
Sin embargo, en los registros de las operaciones, figura la venta pero no se
especificó el monto. PERFIL pudo saber que los Kirchner tuvieron que pagar
15.850 pesos en concepto de arancel de sellado en la dirección de rentas
provincial. Ese sellado se calcula sobre el monto de la escritura y es
necesario para finalizar el boleto de compraventa. La cuenta es fácil: se debe
pagar el 1% (uno por ciento)del valor de la escritura. Por lo tanto, Lázaro
Báez y los Kirchner escrituraron por 1.585.000 pesos. Ese valor es cercano a
la valuación en el mercado que tendría esa residencia. Muy distinto a lo
declarado por el matrimonio en su declaración anual de bienes, algo imposible
en el mercado.
¿Quién se quedó con las llaves? Lázaro Báez, el megaempresario de la
construcción, amigo y socio presidencial en un emprendimiento inmobiliario,
también en la capital santacruceña.
El inmueble quedó
a nombre de Epelco SA, una sociedad de Báez que se creó para ingresar en el
circuito de la obra pública en el norte del país. Así, en teoría y en los
papeles, esa firma se transformó en la nueva dueña del chalet de Kirchner.
La operación de venta de la ex casa de la pareja presidencial se inscribió
mediante escritura 496, bajo el número de presentación 18.507 con fecha del 28
de noviembre de 2008.
Fuentes muy cercanas a Báez hablan de una “inversión forzada” y volvieron a
ratificar lo que PERFIL contó en febrero: “Kirchner ordenó comprarla. No
quedaba otra”. Desde que los Kirchner se llevaron la última caja, la casa
sigue vacía y con las persianas bajas. Ya ni siquiera tiene custodia policial.
----------------------------
NOTA RELACIONADA:
Crisis,
tierras fiscales y amigos, claves de la fortuna de Kirchner
Las
operaciones se trasladaron de Río Gallegos a El Calafate; cómo los benefició
la devaluación
Sacar
provecho de las crisis; alquilar casas, departamentos y hoteles en Santa Cruz
con ganancias inusuales; invertir en plazos fijos con intereses superiores a
los de plaza; comprar en El Calafate terrenos fiscales muy baratos y
venderlos caros.
Es la fórmula que, según sus declaraciones
juradas, usaron Néstor y Cristina Kirchner para multiplicar más de seis veces
su fortuna desde que llegaron al poder, en mayo de 2003. Es la misma que
vienen aplicando, al menos, desde 1995, cuando la Presidenta asumió por
primera vez un cargo nacional como diputada.
Los
datos surgen del análisis cruzado de todas las declaraciones juradas
presentadas por la pareja presidencial ante
la Oficina Anticorrupción
y el Congreso,
y de información que obtuvo
LA NACION
de las dos causas judiciales por enriquecimiento ilícito que se abrieron
contra los Kirchner.
Cuando la actual presidenta desembarcó en 1995 en
Buenos Aires, tras el primer mandato de su esposo como gobernador en Santa
Cruz, la pareja tenía un patrimonio declarado de $ 1.428.548, integrado por 23
propiedades (22 de ellas en Río Gallegos y un departamento en Recoleta), dos
autos y plazos fijos por $ 657.355, la mayoría en moneda nacional.
La acumulación originaria la habían hecho
antes de entrar en política, durante la dictadura militar: entre 1977 y 1982,
durante una crisis inflacionaria, compraron 22 inmuebles en la capital
santacruceña, donde se instalaron para trabajar como abogados luego de cursar
sus estudios de derecho en la ciudad de La Plata.
Entre 1995 y 2000, el patrimonio de los Kirchner se mantuvo más o menos
estable, con incrementos interanuales menores a los $ 160.000. En ese período,
con los ahorros del cobro de alquileres y de intereses de los plazos fijos, el
matrimonio aprovechó para cambiar uno de sus autos (vendió uno modelo 90 y se
compró su primera 4x4, Honda CVX) y para renovar el departamento que usaba
Cristina Kirchner en Buenos Aires, siempre en Recoleta.
La crisis de 2001 se convirtió en una oportunidad
para los Kirchner.
Unos meses antes de que el ministro Domingo Cavallo creara el corralito
financiero y de que el presidente Fernando de la Rúa dejara el poder en
helicóptero,
Kirchner sacó todos sus ahorros del país. Depositó $ 1.815.274
en una cuenta corriente en dólares del Deutsche Bank.
Un año más tarde, superada una de las
peores crisis políticas de la historia y tras la devaluación del peso que
llevó adelante el gobierno de Eduardo Duhalde, el dinero se había
multiplicado.
Los Kirchner ya tenían depósitos bancarios
por $ 6.209.991, una buena parte de ellos, $ 4.769.475, aún en el exterior. Su
patrimonio, que en 2001 ascendía a $ 2.602.737, en 2002 alcanzó a los
7.314.809 pesos.
En 2001, durante el tercer mandato de Néstor Kirchner en Santa Cruz, la pareja
había aprovechado también para comprar su primer terreno en El Calafate, donde
años más tarde construyeron su residencia.
En 2002, adquirieron, a razón de $ 77 el m2, el
terreno en el que, entre 2006 y 2007, levantarían el hotel Los Sauces, una de
sus principales fuentes de ingreso en la actualidad.
Salto patrimonial
En el primer año de Néstor Kirchner como presidente, la pareja trajo los
fondos que tenían en el exterior y los depositó en el Banco de Tierra del
Fuego. Eran $ 5.848.739. Ese año, el patrimonio de la pareja sufrió una
pequeña reducción y quedó en $ 6.851.810. Pero los ingresos de alquileres y de
renta financiera le aseguraban un futuro estable.
Aunque el siguiente gran salto patrimonial
se vislumbró en la declaración jurada de 2006, que reflejó un crecimiento de
los bienes de $ 7.918.562 a $ 12.034.746, la transformación de la fortuna de
los Kirchner había comenzado un año antes, con la adquisición de tres terrenos
en El Calafate. Eran 60.000 m2 de tierras fiscales que el intendente
kirchnerista Néstor Méndez les vendió por $ 322.167, a poco más de $ 5 el m2.
Para comprarlos, Néstor Kirchner sacó un crédito en el Banco de Santa Cruz,
del Grupo Eskenazi.
En 2006, vendió uno de esos terrenos por $ 1.644.750 para pagar la
construcción de Los Sauces, que demandó un total de $ 10 millones. El resto
del dinero aún se lo adeuda a Grip SA, la empresa constructora del arquitecto
Pablo Grippo, otro de los beneficiarios de la distribución de tierras fiscales
en El Calafate.
Ese año, la administración del intendente
Méndez le cedió otros tres terrenos, que sumaban 81.874 m2, a cambio de $
334.982, lo que equivale a $ 4 el m2. Pero las inversiones inmobiliarias no se
limitaron a esa ciudad. En sociedad con Austral Construcciones, de Lázaro
Báez, levantó 10 departamentos en Río Gallegos.
Con una gran parte de Los Sauces terminado, el
matrimonio pudo comenzar a cosechar lo sembrado. Esa inversión disparó los
ingresos que los Kirchner recibían por alquileres. De los $ 151.307 que
percibían por ese rubro en 2003, pasaron a $ 5.264.105 en 2007 y a $
10.302.700 en 2008.
Voceros del hotel Panamericano, empresa que gerencia Los Sauces, confirmaron a
LA NACION que el año pasado pagaron US$ 210.000 por mes de alquiler, lo que
equivale a más de $ 9.500.000 por todo el año. En 2007, la inversión fue un
fracaso para Juan Carlos Relats, dueño del Panamericano, según admitieron en
la empresa.
Reorientación
Al mismo ritmo, también aumentó el
patrimonio, que pasó a $ 17.824.941 en 2007 y a $ 46.036.711 en 2008.
El año pasado, los Kirchner vendieron gran parte
de las propiedades que habían comprado en Río Gallegos durante la dictadura y
orientaron todas sus inversiones hacia El Calafate, donde adquirieron un nuevo
hotel, por intermedio de la empresa Hotesur SA.
Los depósitos bancarios, que en 2003 eran de $ 5.848.739, superaron los $ 32
millones. El rendimiento de esos plazos fijos no podía ser mejor: por los $
20.210.436 que Néstor Kirchner tiene dólares, recibió $ 3.499.455; por los $
11.494.167 que tiene en pesos, ganó $ 1.977.467. En ambos casos, el interés
superó el 17 por ciento.
La crisis actual puede resultar una nueva oportunidad para los Kirchner. Habrá
que esperar la próxima declaración jurada.
RIO GALLEGOS.- Los tres pisos de color caramelo y azul del hotel Alto Calafate
es la primera postal que el turista ve cuando llega al lugar favorito de
Néstor y Cristina Kirchner, en Santa Cruz.
Antes de que Néstor Kirchner -a través de la
empresa Hotesur- lo adquiriera el año pasado por 15 millones de pesos, el
elegante hotel de estilo alpino fue construido a pedido de una cadena
internacional por una pequeña constructora local, conocida por contratar mano
de obra boliviana a bajo costo.
Según pudo saber LA NACION, el hotel Alto Calafate es administrado por sus
actuales dueños, la empresa Hotesur, en la cual Kirchner tiene el 98% de las
acciones. La página web del hotel lo promociona junto a la hostería Las Dunas
y el restaurante patagónico La Usina, que, según confirmaron diferentes
fuentes, son dos de las numerosas inversiones que realizó el último lustro el
empresario Lázaro Báez. Entre él y Kirchner hay socios y amigos en común.
El gerente administrador de La Usina es Adrián
Berni, miembro del directorio de Hotesur, la empresa turística de Kirchner. En
ese directorio figuran Roberto Saldivia (abogado de Báez) y Osvaldo Sanfelice,
agente inmobiliario local, amigo de Néstor y socio de Máximo Kirchner. También
puede leerse el nombre de Romina Mercado (hija de la ministra Alicia Kirchner)
y Patricio Pereyra Arandia (esposo de la otra hija de Alicia, Natalia Mercado
y fiscal de El Calafate, que debe investigar el tráfico de influencias por la
venta de tierras a bajo costo a funcionarios kirchneristas, ella incluida).
"Lo
más grave de todo es el direccionamiento de la obra pública en El Calafate. El
asfalto, la costanera, el azud nivelador, todas las obras benefician a los
Kirchner y sus amigos y, en forma secundaria, a la gente que quedó a su paso",
dijo a LA NACION
el abogado
Alvaro de Lamadrid
denunciante en la causa por la que se pide investigar el otorgamiento de
tierras fiscales a funcionarios kirchneristas.
Gabriel Sued,
reproducción textual de su nota para el diario La Nación. |