19 de Mayo de 2009
La
construcción de viviendas en Capital cayó a la mitad
En los
barrios que tenían más alta demanda el freno fue aún mayor con respecto a los
tres primeros meses del 2008. Dicen que la tendencia seguirá si no aparece un
plan de créditos hipotecarios.
La construcción en la
Ciudad sigue dando señales para preocuparse. En el primer trimestre del año,
la cantidad de metros cuadrados autorizados para hacer viviendas cayó el 51,7%
respecto de igual período del año pasado. Además, hubo un marcado descenso de
los permisos de obra para construir oficinas, comercios y otras edificaciones
de uso económico. Para los referentes del mercado inmobiliario, la única
salida es un plan serio de créditos hipotecarios.
Las cifras surgen de un
informe elaborado por la consultora Reporte
Inmobiliario. Entre enero y marzo de este año, el Gobierno porteño
autorizó la construcción de 224.835 m2, cuando en el primer trimestre del año
pasado habían sido 465.707 m2.
Este descenso en los
proyectos de construcción va de la mano con la caída en las ventas de las
unidades que ya están disponibles. Según el Colegio de
Escribanos de la Capital, en el primer trimestre se firmaron 3.609
escrituras, contra 4.622 de igual período del año anterior, es decir que se
sufrió una baja del 39,3%.
La caída afectó más a los
barrios que lideraban el ranking de construcción. "Hoy se ve una distribución
más pareja entre los barrios, pero no porque hayan crecido aquellos donde
menos se construía sino porque los que más m2 concentraban bajaron y se
acercaron a los demás", explicó José Rozados, de Reporte
Inmobiliario.
Lo curioso es que, pese a
que cae la demanda por comprar departamentos, las unidades aún mantienen su
precio. Es que los dueños se niegan a bajar sus pretensiones, por lo que
prefieren sacarlos de la venta o volcarlos al alquiler. Sin embargo, esta
tendencia también podría estar empezando a cambiar: "Cada vez que hacíamos un
relevamiento trimestral el resultado mostraba precios iguales o superiores.
Pero en el último, de abril, en el 56% de los barrios los valores fueron
inferiores a los de fin del año pasado. No obstante la baja es muy leve, del
1,37% promedio", comentó Rozados.
Pero no sólo la
edificación de viviendas se ve golpeada. La construcción de inmuebles de uso
económico también cayó. Los permisos de obra para hacer oficinas se
desbarrancaron el 68,3%, y los de comercios el 61,5%. Para los especialistas,
esto demuestra que los inversores sienten desconfianza del futuro de la
economía, no sólo en lo que tiene que ver con lo inmobiliario sino también con
lo productivo, porque nadie quiere poner dinero para hacer nuevos locales
comerciales.
Se sabe que la
construcción es uno de los principales motores de cualquier economía, por la
cantidad de trabajo directo (materiales y empleo para albañiles, ingenieros,
arquitectos y otros) e indirecto (desde el transporte de materiales hasta la
fabricación de muebles, por ejemplo). Voceros de la
Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA) afirmaron: "Por ahora no se
nota la falta de trabajo, porque aún están en obra los edificios que habían
sido autorizados hace un tiempo. Pero sí hay más demoras para terminar. Y
también es preocupante que se estén cayendo los permisos de obras, porque
quiere decir que más adelante faltará trabajo". En el sindicato informaron que
en las obras que se están construyendo en la Ciudad trabajan unos 75.000
albañiles, y que, en comparación, un gran emprendimiento como los de Puerto
Madero genera más trabajo que varias construcciones chicas, porque precisa más
mano de obra intensiva.
Mientras no se corrijan
los factores que llevaron a la actual caída (la pelea Gobierno versus campo,
la inflación, la crisis internacional y otras), no parece que la situación
vaya a mejorar. Salvo que el plan de créditos hipotecarios que el Gobierno
prometió lanzar, con el dinero de la ANSeS, realmente sea útil. "La tendencia
es a la baja y creo que lamentablemente se mantendrá. La única alternativa es
que reaparezca el crédito hipotecario para la clase media. Esperemos que los
planes que promete el Gobierno sean sólidos y principalmente que las tasas de
interés no sean altas, sino nadie podrá tomarlos. La tasa debería rondar el
5%", aseguró Fernando Esquerro, presidente de la
Asociación de Empresarios de la Vivienda.
Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina,
coincidió: "La tasa debería ser inferior al 10%, y el plazo a pagar de no
menos de 15 años, con una cuota de entre $ 1.500 a $ 2.000. En otras
condiciones, sería muy difícil que una familia de clase media pueda usar uno
de esos créditos".
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