06 de Abril de 2009
Los
inmuebles vienen con rebajas
Los precios caen entre 8 y 10% en barrios como
Palermo, Barracas y Recoleta.
Los especialistas creen que las ofertas se
extenderán en los próximos meses.
Oportunidades.
Hay inversores que están a la pesca de las rebajas en Barracas.
“Dño. vende dpto. 3 amb. Urgente por crisis.
Escucho ofertas”. Palabras más, abreviaturas menos, avisos así empezaron a
leerse en las últimas semanas en los clasificados de los diarios porteños y de
las principales ciudades del interior. Tras cuatro meses con las operaciones
paralizadas por la incertidumbre, los propietarios comenzaron a aceptar
negociar el precio de sus inmuebles y convalidaron bajas que arañan el 10% en
dólares, pero que llegarán en breve a superar el 20%, según estiman los
operadores del sector. E incluso más, si el billete verde sigue su marcha
alcista tras las elecciones.
Las variaciones que se empiezan a insinuar fluctúan entre barrios y entre las
viviendas a estrenar y las usadas. En Buenos Aires, las primeras zonas que
mostraron caídas de precios en los departamentos nuevos son Barracas y
Recoleta. Entre los usados también surgieron oportunidades en esos dos barrios
y también en Palermo, según un relevamiento entre 4 mil avisos que realizó
la
Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
Los valores, igual, siguen inflados en comparación con los últimos años. A
fines de marzo, según el informe de la UADE, el metro cuadrado de un
departamento a estrenar de tres ambientes en Recoleta se cotizó a u$s 2.331 en
promedio. En Palermo superó los 2.200 dólares.
Los usados en los barrios más poblados no superan la barrera de los dos mil
dólares por metro cuadrado. Las excepciones son Puerto Madero y algunas zonas
exclusivas del cordón norte de la ciudad. Pero tampoco bajan de 1.300, un
nivel que funcionaba como techo apenas tres años atrás.
Héctor D’Odorico, dueño de la inmobiliaria homónima y directivo de la Cámara
Inmobiliaria Argentina (CIA),
aseguró a Crítica de la Argentina que “hoy la
merma en los precios que se concretan o el margen de negociación está entre el
8 y el 10 por ciento”. Luego agregó: “En las unidades a estrenar se notan más
directamente las bajas. En los usados tal vez no es tan explícito, pero el que
no quiere convalidar esos recortes se retira del mercado. En cambio, el que
acepta la contrapropuesta del 10% de rebaja, vende”.
Para D’Odorico, la flexibilidad de los vendedores a la hora de negociar es un
dato novedoso. Y a su juicio “por eso se nota alguna mejora en la actividad”.
Igual el empresario sostiene que “las operaciones siguen trabadas por la
incertidumbre” y vaticina que la cautela continuará primando al menos hasta
las elecciones.
La caída de la mayoría de las líneas de financiación hipotecarias por la
crisis mundial también hizo lo suyo. Pero como el crédito ya estaba en niveles
bajos, no tuvo el efecto depresivo que sí se sintió en Estados Unidos. Allí el
desplome de precios en algunos estados llegó a superar el 30% en menos de un
año.
Germán Gómez Picaso, analista de la consultora Reporte Inmobiliario,
fue más
cauteloso. “La caída recién se nota en un puñado de barrios. Los rangos
inferiores de precios bajaron un poco, pero los superiores se mantienen. Lo
que está claro es que dejaron de aumentar”, diagnosticó.
Según el especialista, “la pulseada entre la oferta y la demanda no tiene un
ganador claro”. Eso porque “quien quiere comprar percibe que los inmuebles
están caros y quien vende cree que están bien. Y encima no sabe dónde puede
colocar ese dinero cuando cobre”.
Un factor que puede postergar más tiempo las rebajas es la gran cantidad de
dinero no declarado invertido en propiedades. Si sus dueños no quieren
blanquearlo, seguirán sin vender. Y eso no depende de que haya o no recesión. Alejandro
Bercovich, Crítica de la Argentina.
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