10 de Febrero de 2011
EN 2010 CRECIERON 20,5% LAS TRANSACCIONES DE PROPIEDADES
EN LA CIUDAD
Las operaciones inmobiliarias realizadas en 2010 en
la Capital sumaron 62.278. El fuerte impulso inmobiliario estuvo acompañado
por una suba en los precios del metro cuadrado
Asimismo, los
montos involucrados en estos actos de compraventa de inmuebles alcanzaron el
año pasado los $23.118,4 millones, con un incremento de 47,68% interanual.
De acuerdo a cifras del
Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, en diciembre último el valor promedio de las
transacciones fue de $390.717 por operación, 24% más que un año antes.
En diciembre se desaceleró por segundo mes
consecutivo el incremento interanual del valor medio de las transacciones, a
24% en pesos tras haber anotado un pico de 32,9% en octubre y de 18,6% en el
equivalente en dólares, frente a 28,5% dos meses antes, por efecto la menor
participación que adquirieron las escrituras de los segmentos más altos del
mercado.
Sin embargo, en comparación con diciembre de
2009, la apertura de los actos en cuatro segmentos, por rango de montos
declarados reveló que los dos menores, que abarcan a las transacciones por
hasta $250.000, es decir con un máximo de poco más de u$s60.000, redujo su
participación en 11 puntos porcentuales, a 51% del total, mientras que la otra
mitad superior escaló al 49% restante, consignó el Colegio de Escribanos
porteño.
"La mejora
de los ingresos del promedio de la economía, juntamente con el impulso de las líneas de
crédito hipotecario y la siempre presencia de inversores que ven en la
propiedad una reserva de valor de sus ahorros", explicaron los resultados de
la actividad, según la institución colegiada.
EL MERCADO
INMOBILIARIO PORTEÑO EXPERIMENTÓ UN NOTABLE REPUNTE
El relevamiento mensual del
Colegio de Escribanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de actos
escriturales arrojó para noviembre pasado un incremento de 15,2%
en comparación con octubre,
y 17,4%
respecto de un año antes. Se
hicieron 6.045 compraventa por $2.439,8 millones
Dichos
valores representaron del 28,9% en el valor medio en moneda nacional y 23,8%
en el equivalente en dólares, en comparación con noviembre de 2009.
El fenómeno se torna más relevante en el cotejo en valores corregidos
por estacionalidad,
habida cuenta de que si bien históricamente noviembre suele ser más activo que
el mes precedente, en este caso el indicador desestacionalizado experimentó un crecimiento
de 24,1%, que superó en casi seis puntos porcentuales al impulso que exhibió
un año antes y
duplicó el ritmo de aumento que anotó en el muy expansivo noviembre de 2007,
informó el
Colegio de Escribanos de
la Ciudad de Buenos Aires.
Destaca el trabajo que "después
de 118 meses se alcanza un valor medio de las transacciones equivalente en
dólares superior a la marca de los u$s 100.000 y
quedó a sólo 119 dólares del récord de u$s101.843 registrado en enero de
2001".
No obstante semejante reanimación del mercado inmobiliario de la Ciudad, que
posibilitó que los valores de noviembre se ubicaran en lo más alto del año, todavía
no llegó a alcanzar el pico del último trimestre de 2007,
cuando superó ampliamente las 6.800 escrituras por mes.
Mayor
interés por las franjas superiores
Otro fenómeno distintivo de noviembre que trajo el informe de los notarios de
la Ciudad fue que "el aumento del valor medio de las transacciones se sustentó
particularmente en la
creciente
participación que adquirieron las escrituras de los segmentos más altos más
altos del
mercado".
A diferencia del 2009, donde prácticamente las operaciones se concentraban
casi por partes iguales con poco más de 30% cada uno en los primeros tres de
los cuatro segmentos en que abre la estadística el Colegio de Escribanos de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y sólo 4% el extremo superior de más de
$900.000 por transacción, en
noviembre último casi 45% de las escrituras se hicieron en la tercera franja
más alta del mercado, comprendida entre 250 mil y 900 mil pesos,
la cual se expandió 59% en cantidad y alcanzó, estimativamente, una
representatividad superior a 64% en el monto total de las transacciones.
Los datos muestran que la fracción de mayor precio y más prestaciones alcanzó
una proporción del 6,2% en el total de los actos y de 15,3% en los montos
totales involucrados.
Ese comportamiento se visualiza también en el desempeño acumulado de los
primeros once meses, en línea con lo evidenciado en la mayor parte de los
sectores de actividad de la economía, en particular en el segmento de bienes
durables.
Las escrituras de compraventa de viviendas en la Ciudad sumaron
entre enero y noviembre 55.240, registrando un incremento de 23%,
tras la severa baja de 29,1% ocurrida en similar período de 2009. Sin embargo,
la recuperación del mercado todavía se mantiene alejada de los altos registros
del cuatrienio 2005 a 2008, y más aún respecto del récord anotado en 1998.
Por el contrario, medidas
en valor, las transacciones siguen anotando máximos históricos en pesos, al
ascender en once meses a $20.364 millones,
y aumentar 50,5% respecto de igual período de 2009, que permitió superar con
creces el efecto de la contracción previa en 11,1% interanual, mientras que en
valor equivalente en dólares se elevaron 18,7% interanual,
al sumar u$s5.213 millones, con un promedio por operación de 94.332 dólares.
MERCADO
INMOBILIARIO / RELEVAMIENTO PRIVADO
EL SALARIO
CRECE MÁS QUE EL METRO CUADRADO
Subió 8,5%
frente al valor promedio de un departamento nuevo en la zona norte de la
ciudad; igual sigue retrasado respecto de 2001
El sueño
del techo propio está un poquito más cerca: según un estudio privado, el
salario le ganó la carrera al metro cuadrado durante 2010. Un
informe de la Universidad de la Empresa (UADE)
precisó que en el
último año, en promedio, los salarios crecieron un 8,5% en términos reales,
más que el valor de lo que subió el metro cuadrado.
En
términos nominales, en tanto, al comparar octubre con igual mes de 2009, el
salario medido en dólares aumentó un 21,9% anual, mientras que el valor del
metro cuadrado -promedio de departamentos nuevos en la zona norte de la ciudad
de Buenos Aires- creció un 12,3% en la misma moneda.
Pese a
esta recuperación, el informe de la UADE muestra que, desde una perspectiva
histórica, esta mejora aún es muy modesta: en 2001 un salario promedio
alcanzaba para adquirir, aproximadamente, el 90% de un metro cuadrado de
departamento en la zona norte de la ciudad. En julio de 2005, ese porcentaje
era del 50% y según la última medición, de octubre de 2010, la relación
sueldo/m2 es del 44 por ciento. Esto implica una recuperación interanual del
5,5% en el poder de compra de los salarios.
La
recuperación del poder de compra de los salarios fue paralela a una
recuperación de la plaza inmobiliaria, que había sido una de las más afectadas
por la crisis financiera internacional desatada a fines de 2008 a partir de la
quiebra del banco Lehman Brothers.
Entre
enero y octubre de 2010 las ventas de inmuebles crecieron un 17,34% respecto
de las de 2009, señala, por ejemplo, un informe de Reporte Inmobiliario. En
2010 se firmaron, aproximadamente, 4800 escrituras mensuales, número bajo si
se lo compara con lo que ocurría antes de la crisis financiera de 2001, cuando
se llegaron a hacer más de 6000 al mes; aunque una cifra alta si se la
contrasta con los datos de 2009, que muestran un estimado de 4300 escrituras
por mes.
"El año
2010 cerró con un aumento que ronda el 15% de ventas por encima de las de
2009, pero no hay que perder de vista que 2009 coincidió con una de las
mayores crisis del negocio inmobiliario", analizó el presidente de la Cámara
Inmobiliaria Argentina (CIA), Néstor Walenten. "Todavía no se llegó a igualar
los niveles de actividad que tuvimos en 2007 y 2008", agregó.
"En 2010
vendimos muy bien con respecto a 2009: aumentamos la cantidad de ventas y
vendimos propiedades de montos más elevados", dijo, por su parte, Jorge
Toselli, presidente de JT Inmobiliaria
La
inversión es el factor que mejor explica el crecimiento de las ventas de
propiedades, según afirmaron los consultados. "Un departamento usado tendrá un
aumento de entre el 18% y el 20% en 2011 con respecto a lo que cuestan hoy
como consecuencia del aumento de los costos de construcción (entre un 12% y
15%); ninguna otra actividad genera una rentabilidad tan alta en un año", dijo
Toselli. "Fue por ellos que muchos productores agrícolas del interior vinieron
en diciembre con las ganancias del año e invirtieron en departamentos de 2 o 3
ambientes", agregó.
Con el
alquiler en la mira
Según el
presidente de Reporte Inmobiliario, José Rozados, las viviendas que más se
vendieron fueron las unidades chicas: monoambientes y dos ambientes destinados
a segmentos de inversión. Walenten también afirmó que la mayoría de los
departamentos que entregaron en 2010 fueron dados a inversores que los vuelcan
al alquiler
Este
hecho explica que el aumento en las ventas de inmuebles durante 2010 no se
traduzca necesariamente en más gente con vivienda propia. Un informe de la
consultora Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) reveló que de
2000 a 2010 los hogares que declaran alquilar aumentaron un 2 por ciento. "Hay
un déficit de 2 millones de viviendas, por lo que hay mucha gente que sigue
alquilando porque no le queda otra opción", dijo Walenten.
Sin
embargo, Ezequiel Val, gerente de Val propiedades, señaló: "No todas las
compras fueron destinadas a la inversión, el temor a tener plata en mano por
la inflación y la inseguridad también fue un factor importante para agilizar
el mercado inmobiliario durante 2010".
En tanto,
el crédito brilla por su ausencia. Los consultados coincidieron en que el
aumento de las ventas en 2010 nada tuvo que ver con los préstamos. De 100
escrituras, sólo 6 fueron financiadas por créditos durante 2010. "Un mercado
sano debería funcionar con un 50%, por lo menos", afirmó Rozados.
Los
valores de las propiedades sufrieron notables variaciones a lo largo de los
últimos 10 años. El m2 en dólares actual en zona norte es un 68% superior al
existente en diciembre de 2001, mientras que en otros barrios, como Almagro,
se cotiza hoy un 102% más que en 2001 y en Palermo Hollywood, un 125 por
ciento más.
Candelaria Cerutti, LA
NACIÓN
OASIS
URBANOS, SE NECESITAN
EJEMPLO. LA TORRE PEREZ COMPANC, HOY PETROBRAS, EN RIVADAVIA Y
MAIPÚ.
Para mi amigo el Pera, la arquitectura moderna es
responsable de que, en el Microcentro, la vida urbana esté casi en extinción.
“Este conglomerado de cemento es menos hospitalario que un desierto”, suele
decir. Yo trato de convencerlo de que no es así, pero él asegura que allí la
gente subsiste gracias a los pocos oasis urbanos que tienen por lo menos cien
años. “Allí se puede disfrutar de un poco de naturaleza y de un pedacito de
cielo durante el almuerzo”, dice.
Para que probar su teoría, la semana pasada me
invitó a comer. Imaginé un restaurante con historia hasta que lo vi con tupper en
mano, parado en la puerta de la torre de Catalinas Norte en la que trabaja.
“Te voy a mostrar cómo se disfruta el Centro”, dijo entusiasmado.
Le sugerí hacer el picnic en algún espacio verde
cercano de esa isla con torres que es Catalinas Norte, entre Alem y Huergo, a
la altura de la avenida Córdoba. “No viejo, acá te lleva el viento o te parte
el sol”, alegó. Noté que nada invitaba a quedarse: las baldosas cubrían casi
todo, si había árboles, no había asientos y los guardias parecían poco
amigables. El Pera me dio una explicación semi científica. “Estas torres están
diseñadas para ser vistas desde lejos, a nadie le importa lo que pasa cerca.
¿Ves estos enormes frentes? Ellos atrapan el viento y mandan la mitad como un
huracán hacia abajo. Cuando te acercás al edificio, se te vuela la peluca”.
Miré con piedad la calva totalitaria de mi amigo.
Emprendimos la caminata hasta el Convento de
Santa Catalina de Siena, en San Martín y Viamonte, justo enfrente a las
Galerías Pacífico. “Te va a encantar, tiene un claustro del Siglo XVIII. Te
transporta en el tiempo”, decía mi amigo mientras esquivábamos autos y
peatones a paso redoblado. El hambre se estaba apoderado de mis pensamientos.
Cuando llegamos, nos recibió un cartelito que decía: “Durante enero, sólo
podrán ingresar los clientes del restaurante”. La noticia nos dejó con la boca
abierta (y vacía).
Rápido de reflejos, mi amigo propuso ir al
convento de San Ramón Nonato, y enfilamos para Reconquista al 200, junto a la
iglesia de Nuestra Señora de la Merced. Justo en cruz con la enorme torre
nueva del Banco Galicia. “Este convento existe desde 1600, pero tomó su forma
actual a fines del 1700. Creo que el autor es el mismo de la Recoleta”,
ilustró el Pera. En el claustro, el ruido de la ciudad desapareció, los
pájaros se volvieron a escuchar y sólo permaneció el suave ulular de los aire
acondicionados como música de fondo. En el perímetro del patio había dos
restaurantes, un local de antigüedades y varios negocios. Cuando nos
anoticiamos de que está prohibido comer en los bancos de jardín, mi amigo
dijo: “No te preocupes, vamos a la plaza Roberto Arlt”. Mi almuerzo se
postergaba y empecé a preguntarme por qué tanta torre del Microcentro no
ofrecía algo para mejorar el espacio público. Empecé a pensar en los edificios
que cambiaron el midtown de Manhattan en los 80 con sus plantas bajas abiertas
que permitían cruzar las manzanas en forma transversal y disfrutar de
jardines, patios e invernaderos.
Fue entonces cuando recordé que la Torre Pérez
Companc (hoy Petrobrás), en Rivadavia y Maipú, recuperaba algo de ese
espíritu. Agarré al Pera del brazo y le dije: “Vení, te voy a mostrar que
puede hacer la arquitectura moderna por el espacio público”. La torre,
diseñada por Giselle Graci y Héctor Lavoratto, es de 1983 y tiene bancos de
madera, una cascada y un arroyito con puente y todo, en un costado de la
planta baja. Es un lugar para la gente, rodeado de plantas que trepan por
estructuras especiales cubriendo las medianeras.
Comimos en ese paraíso, imaginando como sería el
Centro si cada torre cambiara rejas por jardines públicos. También evocamos el
edificio del Banco de Tokio, en Corrientes y Reconquista, con su placita
elevada.
“Sabés, me parece que el problema no es de
arquitectura, sino de imaginación ”, le dije como para cerrar el tema con un
honroso empate. “Sí, y también de egoísmo, porque muchas grandes empresas
podrían ayudar a tener un mejor espacio público”, sentenció el Pera mientras
engullía el último pedazo de tarta.
MIGUEL JURADO * ,
* Editor Adjunto Arquitectura, CLARIN
Martes
visuales,
Alicia de
Arteaga |
EL CORREO:
ALERTA DE PATRIMONIO EN RIESGO
¿Por qué
el Correo? ¿Por qué saber que el majestuoso edificio es el eje de un proyecto
faraónico y de final incierto ha despertado tal interés en la opinión pública?
¿Es, acaso, la intervención en esta pieza clave de nuestro patrimonio, con un
gasto de $ 1000 millones, una señal de alerta capaz de despertar la conciencia
ciudadana?
Ex
empleados del Correo, estudiantes de telecomunicaciones, ebanistas, vecinos,
arquitectos y estudiosos del patrimonio de acá y de todas partes se hicieron
eco de la voz de alerta, cuando el edificio industrial sobre la avenida
Corrientes exhibía ya un enorme vacío tras la demolición de las plantas de
clasificación, inspiradas en el correo de Nueva York a comienzos del siglo XX.
En 1888,
el cordobés Ramón Cárcano, director de Correos de la Nación, recibió el
terreno sobre Paseo Colón, que había sido rellenado con las obras del Puerto
Madero, para levantar el Correo, emblemático edificio que junto con bancos y
estaciones de trenes, marcó el ingreso de la gran metrópolis en la modernidad.
La primera consulta de Cárcano fue a Francisco Tamburini, arquitecto de Roca y
Juárez Celman, que había proyectado la Casa Rosada. El italiano admitió lo
complejo del desafío y el encargo terminó en manos de Norbert Maillart,
graduado en la Ecole de Beaux Arts, segundo Premio de Roma. Cárcano no pierde
el tiempo y Maillart viaja por el mundo para conocer la nueva tecnología que
hace de las telecomunicaciones el pulso vital de la civilización. El Correo
conecta con el mundo en una ciudad remota, pero está también en el imaginario
colectivo asociado a la carta tan esperada, al telegrama tan temido, a las
primeras estampillas de colección, a la libreta de ahorro postal.
El
modelo, inspirado en el correo neoyorquino, tiene dos caras: palaciega sobre
Sarmiento; industrial con plantas tipo lofts sobre Corrientes. Los cimientos,
por la poca resistencia del terreno ganado al río, fueron fortalecidos con una
colosal estructura de acero importada de Estados Unidos, compuesta por miles
de columnas y vigas. Con la demolición de los pisos de la planta industrial ha
quedado un gran vacío que albergará una enorme sala de conciertos. Operación
difícil y costosa que pone en riesgo la estructura histórica.
¿Por qué
intervenir en una pieza de esta magnitud, cuando se puede crear nuevo
patrimonio, como el auditorio Renzo Piano en Roma, en otro emplazamiento?
aarteaga@lanacion.com.ar,
Twitter:@ alicearte.com
CONTINÚAN
FRENADAS POR LA JUSTICIA 18 OBRAS PÚBLICAS
Necesarias y
polémicas al mismo tiempo, están detenidas por medidas cautelares tomadas por
jueces que pertenecen al fuero Contencioso Administrativo, criticados por el
Gobierno porteño. Los fallos surgieron de denuncias de los vecinos
ABANDONADO. ASÍ
ESTA EL EDIFICIO EN EL QUE QUIEREN INSTALAR EL CGPC.
PLAYA SUBTERRÁNEA
EN EL PARQUE LAS HERAS
La Ciudad de Buenos Aires enfrenta la paralización de una
cantidad de obras públicas por órdenes judiciales, en un fenómeno que era
impensable hace no muchos años y que mezcla niveles
de participación ciudadana con aprovechamiento político de expedientes
judiciales.
Los disparadores de las resoluciones judiciales son generalmente
acciones de amparo presentadas por vecinos . Tienen éxito, según dicen los
damnificados, porque el Gobierno de la Ciudad falla en sus mecanismos de
consulta , antes de emprender obras. Entre los 15 pasos bajo nivel en calles
de distintos barrios, el estacionamiento subterráneo en Parque Las Heras, el
CGPC de la plaza de Boedo y el edificio del Banco Ciudad en Parque Patricios
suman 18 obras públicas detenidas. Todas por medidas cautelares que pueden ser
levantadas, ya que sólo las frenan y no las paran definitivamente.
El estacionamiento del Parque Las Heras es uno de los ejemplos.
Organizaciones vecinales iniciaron una movilización para impedir que se les
afectara el espacio verde, cuando más de la mitad de la plaza se había
convertido en un obrador. Según los vecinos, no se les dio participación
previa.
Finalmente consiguieron una medida cautelar que paralizó la obra,
con el argumento de que no se tuvo en cuenta el efecto sobre el patrimonio
arqueológico que existe en el lugar, en el que funcionó una cárcel de larga
historia.
“Sin duda que los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires han
tomado más conciencia de su derecho a que no les afecten el barrio. Por otro
lado, muchas veces los funcionarios tienen un gran desprecio por los
procedimientos legales, que no tendrían si trabajaran para empresas privadas y
por eso llegan las medidas judiciales que paran obras que son necesarias, pero
que no pueden hacerse de cualquier manera”, dijo uno de los jueces del fuero
Contencioso Administrativo de la Ciudad.
En este contexto, la administración de Mauricio Macri tiene una r
elación por momentos tirante con los jueces porteños, de la misma manera que
la tuvo en su momento la de Aníbal Ibarra. Los dos gobiernos han acusado más
de una vez a los jueces de manejar los expedientes con intereses políticos por
sobre los criterios judiciales.
Quince pasos bajo nivel planeados para agilizar el tránsito y
mejorar la seguridad en los cruces ferroviarios también están detenidos por
órdenes judiciales. En estos casos son reclamos de vecinos de barrios que
sienten amenazada la tranquilidad de su medio ambiente, porque muchos de los
“sapitos” se diseñaron sobre calles en las que ni siquiera hay barreras .
El artículo 30 de la Constitución de la Ciudad establece “la
obligatoriedad de la evaluación previa del impacto ambiental de todo
emprendimiento público o privado susceptible de relevante efecto y su
discusión en audiencia pública”.
Esas audiencias públicas, en algunos casos, se hicieron una vez que
las obras ya estaban iniciadas y los vecinos sostienen que sus críticas no
fueron tenidas en cuenta.
Otro caso da en Boedo. El Gobierno de la Ciudad ya inauguró
parcialmente un espacio verde muy reclamado por los vecinos, en Sánchez de
Loria y Carlos Calvo. Sin embargo, recientemente llamó a una licitación para
construir en el predio la sede de un CGPC. La Justicia atendió el reclamo de
los vecinos y paró la obra, con el argumento de que la ley destina el terreno
íntegramente a una plaza.
La construcción del nuevo edificio del Banco Ciudad, en Parque
Patricios, también se judicializó, a partir de la diputada de la Coalición
Cívica Rocío Sánchez Andía, quien logró una medida judicial para frenar. Pero
pudo seguir adelante porque había peligro de derrumbe si se interrumpía.
DANIEL GUTMAN ,CLARIN
UN NUEVO CARTEL PROFUNDIZA LA PELEA POR LA AUTOPISTA ILLIA ENTRE EL GOBIERNO
PORTEÑO Y LA NACIÓN
El conflicto por la ampliación de esa autovía sumó ayer un
nuevo episodio, ya que la Casa
Rosada puso
un cartel en respuesta a otro que había fijado la administración de Mauricio
Macri y le
recomendó que "trabaje" si
quiere terminar la obra
Crédito
Foto: NA
La Ciudad había comenzado la disputa con la colocación de otro
cartel el pasado 14
de enero,
cuando acusó
a la Nación de retrasar las tareas de ampliación de la autovía.
Casi dos semanas después, la Presidencia
le respondió a Macri y rechazó tener responsabilidad en el freno de las obras.
"Para terminar la autopista se necesitan planos, aprobaciones y seguridad del
Gobierno de la Ciudad. Macri: gobernar es hacerse cargo y trabajar", subrayó
la administración nacional.
El mensaje, que llevó las firmas de
la Secretaría de Transporte y la Presidencia de la Nación,
fue colocado ayer en uno de los laterales de la autopista Illia, cerca de
donde el Gobierno porteño había ubicado el primer cartel.
El letrero
de Macri, con el amarillo
característico de PRO y firmado por el Ministerio de Desarrollo Urbano porteño
y por AUSA, había asegurado: "Autopista
casi terminada. El incumplimiento del Gobierno Nacional frena las obras.
Disculpas a los 60.000 perjudicados por día".
Esa fue la forma del jefe de Gobierno de elevar otro reclamo a la Rosada, a la
que le pide que realice las modificaciones necesarias en el Aeroparque para
concluir con las obras de extensión de la autovía.
El objetivo de Macri es que la Illia
llegue a la calle La Pampa y pueda conectarse con la avenida Cantilo. De
esa forma, se podría unir
la Avenida 9 de Julio y la General Paz sin la necesidad de sortear semáforos.
Sin embargo, tras el reclamo de la Ciudad, en la Secretaría de Transporte que
comanda Juan Pablo Schiavi –ex jefe de campaña de Macri en 2003– afirmaron que
el mandatario porteño no terminó los trámites necesarios ante la
Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Sucede que para continuar con la construcción se deben mover los límites del
aeroparque y la torre que guía los aviones.
NA
SIGUE LA PELEA CIUDAD-NACIÓN POR LA OBRA DE UNA AUTOPIST
CARTEL. LO COLOCO
LA CIUDAD ACUSANDO A LA NACIÓN POR LAS DEMORAS.
CARTEL II. LO
PUSO LA NACIÓN AYER, EN RESPUESTA A LAS ACUSACIONES.
El Gobierno de la Ciudad y el Nacional están trenzados en una
guerra de carteles. Hace un par de semanas, el Ministerio de Desarrollo Urbano
porteño puso uno acusando a la Nación de frenar las obras de extensión de la
autopista Illia. Y ahora apareció la respuesta, firmada por Presidencia de la
Nación y la Secretaría de Transporte: “Para terminar la autopista se necesitan
planos, aprobaciones y seguridad del Gobierno de la Ciudad. Macri: gobernar es
hacerse cargo y trabajar”, azuza un gran letrero con letras sobre fondo
amarillo PRO, colocado en terrenos ferroviarios linderos a la Illia.
En algún sector del kirchnerismo porteño explicaron que esa es la
irónica forma elegida para responderle a Macri, que tiró la primera piedra con
su propio cartel amarillo. Decía: “Autopista casi terminada. El incumplimiento
del Gobierno Nacional frena las obras. Disculpas a los 60.000 perjudicados por
día”. El letrero sigue estando, pese a que el viernes un grupo de desconocidos
intentó sin éxito taparlo con pintura.
Cuando el Gobierno porteño lo puso, el secretario de Transporte de
la Nación, Juan Pablo Schiavi, no se quedó callado. “Ese cartel no es de obra,
es de campaña –dijo–. El proyecto de extensión de la Illia viene desde 2004.
El Ejecutivo tuvo voluntad de acuerdo con los distintos Gobiernos de la Ciudad
y siempre se fue avanzando. Con el único con el que no se puede llegar a un
acuerdo es con Macri”.
La obra, a cargo de AUSA y con un costo de $ 25 millones, consiste
en sumarle 3,6 km. a la mano hacia el norte, hasta La Pampa, para conectar la
autopista con la avenida Cantilo. Así el trayecto desde la 9 de Julio hasta la
General Paz podría realizarse sin atravesar semáforos y los tiempos de viaje
se reducirían en un 40%.
La nueva traza corre entre las vías del ferrocarril Belgrano y el
Aeroparque. AUSA ya construyó 1.200 metros y Ferrovías pronto terminará el
corrimiento de los rieles hacia el este. Pero para seguir los trabajos, falta
desplazar el límite del Aeroparque 13 metros hacia el río. Desde Transporte de
la Nación afirman que el Gobierno porteño avanzó con la obra de la Illia sin
terminar los trámites necesarios ante la Administración Nacional de Aviación
Civil. Por eso el nuevo cartel insiste en que todavía “se necesitan planos,
aprobaciones y seguridades”.
Ayer, una fuente del Gobierno porteño insistió con que sí
cumplieron con los pasos formales para la obra. Y aclaró que hace seis meses
una prueba en Aeroparque demostró que la autopista no interferiría con la
torre ILS de control del tráfico aéreo. También dijo que el Gobierno Nacional
sólo pretende frenar la obra. Pero más allá de los comentarios en voz baja, no
hubo respuesta oficial de la gestión macrista. Habrá que estar atentos a los
carteles.
NORA SÁNCHEZ ,
CLARIN
UN CARTEL REFLOTA UNA VIEJA PELEA ENTRE CIUDAD Y NACIÓN
Las autoridades porteñas montaron un gigantesco
"reclamo" donde
hoy finalizan la autopista Illia. Acusan
a la Nación de impedir que se completen las obras de extensión de esa autovía. "Ese
cartel es de campaña",
contestó Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte
El letrero, con el amarillo característico de PRO, reza: "Autopista
casi terminada. El incumplimiento del Gobierno Nacional frena las obras.
Disculpas a los 60.000 perjudicados por día". Está firmado por el Ministerio
de Desarrollo Urbano porteño y por AUSA,
se encuentra emplazado donde finaliza la autopista Illia y apareció esta
semana.
De esta manera, el gobierno de la Ciudad le reclama al
nacional las modificaciones
en el Aeroparque necesarias para culminar con las obras de extensión de esa
autovía.
La obra, a cargo de AUSA y con un valor de $25 millones, planea aumentar el
trazado de la Autopista Illia en 3,6 kilómetros mano hacia el norte, para que
llegue a la calle La Pampa y pueda conectarse con la avenida Cantilo. La idea
es que el conductor pueda unir la Avenida 9 de Julio y la General Paz sin la
necesidad de sortear semáforos, lo que bajaría
el tiempo de viaje en un 40% y beneficiaría a cerca de 60 mil personas por día, según estimaciones
oficiales.
Hasta ahora fueron construidos los primeros 1.200 metros. Ferrovías está cerca
de terminar el corrimiento de los últimos mil metros de los rieles de la línea
Belgrano hacia el este para poder continuar. Pero
el gran escollo para culminar la obra es el Aeroparque: según la Ciudad, el
Gobierno nacional aún no corrió sus límites los 13 metros hacia el río
necesarios para terminar las obras, que demandarán cinco meses.
En la Secretaría de Transporte de la Nación afirmaron que la administración de
Macri no terminó los trámites necesarios ante la Administración Nacional de
Aviación Civil (ANAC) para realizar los trabajos. Desde la Ciudad anunciaron
que sí lo hicieron.
Según explicaron, no se trata solamente de mover los límites del aeroparque,
sino que también debería correrse la torre ILS, que guía los aviones, obra que
demandaría $200 millones.
"La
Ciudad incumplió y
no están dadas las condiciones para hacer las obras complementarias en
Aeroparque que garanticen la seguridad aeroportuaria. El
cartel que pusieron no es de obra, es de campaña",
sostuvo Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte, al diario Clarín.
El funcionario agregó: "El proyecto de extensión de la Illia viene desde 2004.
el Ejecutivo Nacional siempre tuvo voluntad de acuerdo con los distintos
gobiernos de la Ciudad y siempre se fue avanzando. Con
el único con el que no se puede llegar a un acuerdo es con Macri".
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