Un pesado botín

Señor Director:

"Según datos recientes, el conurbano bonaerense decide el 23 por ciento de los votos de una elección en nuestro país.

Este territorio ha sufrido un deterioro importante en los últimos diez años. La educación, la salud, el trabajo y la vivienda son elementos indispensables para lograr la libertad y la dignidad que se merece cualquier ciudadano. Estos elementos hoy están ausentes para muchos integrantes de esta población.

Esta degradación de la calidad de vida ha hecho que se produzca un terreno fértil para el clientelismo político lo cual, a fines prácticos, es igual a crear esclavos de los gobiernos de turno.

"En la política siempre habrá buenas y malas personas, esto es y será inevitable.

Lo fundamental es recomponer ese tejido social.

Los argentinos que hoy son manipulados para actos ajenos y no propios, para votos cautivos y no libres, por desesperación y chantajes inescrupulosos puedan, a través de la capacitación y el trabajo volver a ser libres y elegir a sus gobernantes desde la exigencia del bien común y la política de los mejores.

"Esta recomposición es una tarea compleja, titánica y probablemente larga, y se podrá hacer sólo con la participación de diferentes actores sociales e institucionales.

Con educadores, empresas, psicólogos, emprendedores, ligas de fomento, universidades, ONG y también con ciudadanos comprometidos.

"Hay tres pilares básicos para esta tarea:

a) educación y capacitación,

b) salida laboral

c) acompañamiento y apoyo en el proceso.

Dando las oportunidades indispensables que se basan en educación y trabajo, esta historia decadente y dolorosa podría empezar a cambiar.

Si el conurbano bonaerense es un botín tan deseado por nuestros políticos, entonces hagamos que deje de serlo para transformarlo en un gran tesoro.

"Un lugar donde el progreso es posible, un lugar donde la libertad es un derecho."

Carta de lectores Diario La Nación 11.04.2009

Flavia Martini
DNI 14.526.482
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NOTA RELACIONADA:

El policía que pide volver a trabajar

Señor ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, revise la causa por la que fui exonerado, después de haber sido absuelto, en diciembre de 2007.

Soy un policía de alma, tengo 44 años y trabajé en San Martín, jamás me quejé por tener que cumplir servicio en zonas marginales.

Hace unos días, vi con indignación en el noticiero de Necochea cómo jóvenes agentes se quejaban ante el intendente Daniel Molina porque los habían destinado a José C. Paz y en San Martín.

Solicito se me convoque, yo sí estoy dispuesto a trabajar allí y tengo la capacidad.

Siempre fue un honor servir en la Fuerza, a la que ingresé con absoluta vocación.

Cartas al País, Diario Clarín 12.04.09

Mario Pascualetti
celegero123@hotmail.com